Irreconocible. Así se mostró el Club Cisne Balonmano durante prácticamente todo el encuentro de este sábado frente al Ibiza. Los jugadores blancos estuvieron imprecisos en todas las facetas y fueron a remolque durante la mayor parte del partido.
En los últimos diez minutos apareció un rayo de esperanza, pero Teixeira, sobre la bocina, se encargó de desvanecer las ilusiones de un equipo que no logra encontrarse cómodo en este arranque de temporada.
El inicio de partido no salió como le hubiera gustado al Cisne, que se mostró espeso e impreciso en ataque e incapaz de emular el buen juego realizado la pasada jornada ante el Antequera, contra el que logró los dos primeros puntos de la temporada.
Esta vez, contra el Ibiza, las cosas no funcionaron. Por suerte, el inicio tampoco fue acertado para el equipo local, lo que resultó un auténtico correcalles durante los primeros 10 minutos de juego, en los que las defensas se impusieron con claridad a los ataques (3-3).
Con los goles de Iago Costas y Mateo Arias el conjunto pontevedrés se puso por delante por primera vez en el partido (3-5), pero enseguida se apagó en ataque. Nada le salía a los jugadores blancos, que no podían superar la barrera local y sufrían pérdida tras pérdida que los condenaba a un doloroso parcial en contra de 7-0 (10-5).
El Cisne estaba irreconocible; llevaba trece minutos sin anotar y no parecía que las cosas fueran a mejorar. Sedchenko fue excluido y Javi Vázquez rompió la sequía goleadora de los suyos aprovechando la superioridad numérica.
Restaban cinco minutos para el final de la primera mitad y, por si fuera poco, Vázquez fue expulsado por lanzar un siete metros a la cara del portero. Aunque los de Lérez no mostraban señales de recuperación, lograron aguantar, impidiendo que el Ibiza ampliara la renta para mandar el partido al descanso con un marcador de 11-7.
El inicio de la segunda mitad fue un fiel reflejo de la primera. Bruno Vázquez abrió la lata a los cinco minutos de juego, y Vicente Sancho respondió de la misma manera, dando paso al habitual reparto de golpes que se tradujo en un resultado de 16-12 en el minuto 10.
Tras cinco minutos sin goles, Quiños pidió tiempo muerto, dando con la tecla para que sus jugadores se pusieran las pilas apretaran el resultado con un buen parcial de 1-4 (17-16).
Quedaban tan solo diez minutos de juego, el entrenador local paró el cronómetro para reajustar a los suyos y Rafa Val anotó. Nuno Pando hizo lo propio para el Cisne, que se cerró en defensa y tuvo la oportunidad de igualar el encuentro. Sin embargo, Jorge Broto, que ya había sido una pesadilla durante todo el partido para la plantilla cisneísta, continuó haciendo de las suyas deteniendo un siete metros del portugués que podía haber sido clave (18-17).
Diego Prada,desde el extremo, subió el 19-17 y Alberto Delgadoacercó a los de Pontevedra a un gol. Mauricio Basualdo anotó el 20-18 y Delgado, nuevamente, recortó distancias.
Todo podía suceder y el Cisne continuó insistiendo. Al borde del pasivo, Nuno Pando fue excluido y el Ibiza reanudó su ataque. Diego Prada envió el balón al palo y la oportunidad de igualar para el equipo pontevedrés llegó. Paró el tiempo Quiños a falta de un minuto para la conclusión y Javi Vázquez empató (20-20).
Restaban 30 segundos y el técnico local paró el tiempo, reorganizó el ataque en superioridad de sus jugadores y lo bordaron, enviando el balón al extremo Teixeira para que, sobre la bocina, anotara el tanto definitivo que desató la locura en la grada ibicenca (21-20).
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