Enorme Pontevedra. Los granates dejaron en la cuneta a un equipo de Segunda División como el Cartagena, jugando un gran partido y superando a sus rivales en una primera parte inmensa y una segunda práctica. Álex González y Oier Calvillo fueron los autores de los goles locales, mientras los blanquinegros sólo pudieron acercarse casi al final, aunque nunca llegaron a inquietar seriamente ni a poner en peligro la justa clasificación del equipo de Jesús Ramos.
Dos opciones diferentes, dos prioridades contrapuestas. Mientras Jesús Ramos salía con todo lo disponible, y dos únicos cambios, en portería de Álvaro Cortés por Mario, además de dar entrada a Pol Bueso para dar descanso a Xisco Campos, Borja Jiménez, muy cuestionado por la marcha liguera de su equipo, optaba por una revolución total en su once inicial, en el que no figuraba ni uno sólo de los titulares en el último partido de liga en el que su equipo cayó en el Cartagonova ante el Sabadell. Además de dar oportunidad a los menos habituales en el cuadro blanquinegro, el extécnico del Rápido de Bouzas, buscaba frescura y opciones para que los suyos se ganasen la titularidad, confiando en la teórica superioridad de la diferencia de categoría.
Pero esa teórica superioridad se quedó en eso, en teórica, porque en la práctica, salvo los primeros diez minutos en los que el Pontevedra cedió el protagonismo y el balón a los cartageneros, fueron los granates los que se mostraron no sólo superiores, sino casi intratables para un rival que jugó al son que tocaba el equipo local, al menos hasta el descanso.
Tanto fue así que, salvo un remate de cabeza de Harper, a la salida de un corner, que sacó Rufo casi bajo palos, el Cartagena no volvió a llegar con peligro, ni casi a pisar el área defendida por Álvaro Cortés y serían los pontevedreses los que acumularon llegadas por banda y acciones de peligro.
Con Álex González y Oier Calvillo sembrando el terror en la zaga rival, los centros laterales fueron una pesadilla para los de Borja Jiménez, que veía como su cerebro y gran promesa del fútbol nacional, Carrasquilla, era anulado por la presión que sobre él ejercían alternativamente Imanol García y Borja Martínez.
Tras un primer aviso de Rufo, que remató flojo al centro, el Pontevedra se adelantaba en el marcador con un golazo tras combinación Charles-Rufo, que el delantero madrileño transformó en una esquisitez dejando atrás a su marcador y sirviendo un excelente balón a la espalda de la zaga para que Álex González, con la izquierda, rematase raso y cruzado, de forma inapelable, poniendo el balón junto al poste para adelantar a su equipo.
Verse por delante en el marcador afianzó todavía más la apuesta del Pontevedra, que cada vez que tenía metros por delante se lanzaba directo buscando la yugular de su adversario. Oier puso dos nuevos centros que no terminaron en gol de puro milagro. El primero lo remató Álex González de volea, pero el disparo le salió mordido, fuera, y el segundo finalizó con una gran oportunidad para Imanol García, que vio como su disparo a media altura lo sacaba en una sensacional parada Marcin Bulka, el joven y enorme (1,99 metros) guardameta polaco, ex del Chelsea y PSG, mandando el balón a corner cuando ya se cantaba el gol.
El descanso fue todo un alivio para un Cartagena a merced del mejor juego granate.
La segunda parte fue diferente, como era de esperar, pero no por ello se vio un Pontevedra acobarbado, todo lo contrario; los granates crecían a medida que transcurrían los minutos, y ello a pesar de que el técnico visitante echó mano de toda su artillería con un triple cambio en el que dio entrada en el campo a sus mejores hombres: Elady Zorrilla, Álex Gallar y especialmente el exbético, entre otros equipos, Rubén Castro.
Cedió metros el Pontevedra, pero sin renunciar nunca a buscar el área rival a la menor oportunidad. Así, Álex González tuvo en sus botas el segundo. Su disparo cruzado y ajustado lo mandó a la esquina Bulka con muchos apuros.
Las lentas posesiones y circulaciones visitantes permitían una relativamente cómoda defensa del Pontevedra, que apenas pasaba apuros y se sentía seguro viendo campo abierto por delante. Uri remató de cabeza sin mucho peligro, como primera muestra de acercamiento cartagenero, mientras que Elady veía como el colegiado le anulaba un gol, por recibir el balón después de salir de una posición de fuera de juego. A pesar de las protestas, la televisión se encargaría de corroborar el acierto del asistente.
Superada la hora de juego, el Pontevedra asestaba el mordisco que buscaba a su rival. Y fue en una auténtica delicia de jugada. Borja Martínez la puso en el interior del área para que Charles la controlase de espaldas. Sus movimientos posteriores quedan para las escuelas de delanteros. Protegió, mimó el balón, lo durmió hasta que vio la llegada de Oier Calvillo, al que regaló un dulce que el de Arama (Guipuzcoa) saboreó y compartió con la afición, cruzando el remate al fondo de la red. Todo un golazo.
Quedaba casi media hora de teórico sufrimiento, pero todo siguió igual. Los granates bien posicionados y el Cartagena sin saber cómo romper la muralla local. Lo intentó Álex Gallar en falta directa desde la frontal, pero voló Álvaro para desviar y lo volvió a conseguir Elady Zorrilla, pero de nuevo su remate quedó anulado por claro fuera de juego de Cayarga, que estaba en la trayectoria del balón, amagando para despistar a Mario.
Incluso tuvo la sentencia el Pontevedra, en la ocasión más clara tras una excelente recuperación de Eneko junto a la línea de fondo, poniendo el balón en bandeja para Oier, que en esta ocasión, cuando parecía mucho más sencillo y con Bulka vendido, mandó su remate a las nubes.
Sólo a falta de diez minutos el Cartagena encontró el camino, en su única acción clara en la que desbordó a la zaga granate. Se fue por banda Nacho Gil y puso un gran centro para que Elady remachase. Tocaba sufrir, pero se encargó Rhyner de evitarlo, con una absurda protesta, quizás fruto de la impotencia, que le costó la expulsión, permitiendo que el Pontevedra alcanzase la orilla y se pusiese a salvo, con justicia y total merecimiento. Ahora, a esperar el siguiente rival, que de nuevo será de superior categoría, pero este equipo, cuando está inspirado, es capaz de seguir dando alegrías.
PONTEVEDRA CF (2): Álvaro Cortés; Santi Figueroa, Churre, Pol Bueso, Eneko Zabaleta; Oier Calvillo, Imanol García, Borja Martínez, Álex González (Jorge Fernández, minuto 77; Charles (Martín Diz, minuto 87) y Rufo (Xisco Campos, minuto 70).
FC CARTAGENA (1):Bulka; Uri (Andujar, minuto 76), Álex Martín (Nacho Gil, minuto 68), Rhyner, Forniés (Elady Zorrilla, minuto 46); Delmás, Aguza, Carrasquilla, Cayarga; Simón Moreno (Rubén Castro, minuto 46) y Harper (Álex Gallar, minuto 46).
Árbitro: Óliver de la Fuente Ramos (Castellano-leonés), auxiliado en las bandas por Daniel Pescador Hernández y Samuel García Aguilera. Expulsó con roja directa por protestar al jugador del Cartagena, Rhyner (minuto 86). Amonestó a Imanol García y Oier Calvillo, por parte del Pontevedra, y a Elady Zorrilla, Álex Gallar, Nacho Gil, Aguza y Rhyner, por parte del Cartagena.
Goles: (1-0) Minuto 23: Álex González. (2-0) Minuto 64: Oier Calvillo. (2-1) Minuto 81: Elady Zorrilla.
Incidencias: Partido de la primera ronda de la Copa del Rey disputado en el Campo de Pasarón (Pontevedra), con asistencia limitada a 500 espectadores por motivo de las restricciones sanitarias.