Es pronto todavía para saber si ha sido un punto de inflexión definitivo, pero uno de los aspectos positivos para el Pontevedra Club de Fútbol esta temporada ha sido el 'despertar' social alrededor de la entidad.
En lo deportivo el equipo granate se quedó sin ascenso y sin cumplir su objetivo del curso, pero la campaña se culminó con una jornada que supuso una de las mejores entradas registradas en las gradas desde la reforma del Estadio Municipal de Pasarón, con 10.192 espectadores según la cifra oficial.
La mejor entrada de los últimos años ha sido el cierre positivo al que agarrarse en un curso en el que se han visto 'brotes verdes' en el aspecto social.
Lejos empiezan a quedar los alrededor de 1.500 espectadores de asistencia que se marcaron en algunos encuentros en Primera RFEF en la temporada 22-23, y es que pese al descenso el equipo granate ha conseguido ir enganchando poco a poco a su masa de seguidores, despertándola en algunos casos del letargo.
La liga se cerró con una media superior a los 2.600 aficionados, con el pico que supusieron los 7.772 espectadores registrados en el duelo frente al Ourense CF en el que se escapó el ascenso directo. Pero lejos de desanimarse el play-off ha supuesto una buena oportunidad para volver a enganchar a la grada con el equipo, con 6.568 espectadores frente al Deportivo Aragón y el casi lleno contra el Betis Deportivo.
Visitas a colegios con reparto de entradas, fotos con niños y niñas en cada encuentro en casa, jornadas de animación previa en las alrededores del estadio como contra el Ourense o el propio Betis, unido a las facilidades para afrontar desplazamientos a partidos fuera de casa han mostrado una mayor cercanía entre el club y su masa social.
De hecho, la 'Marea Granate' vivió en el Vero Boquete de Santiago de Compostela un desplazamiento como casi ya no se recordaba, con cerca de un millar de pontevedreses en las gradas. Además el equipo siempre ha estado acompañado a lo largo de la temporada, incluidos los largos viajes en el play-off a Zaragoza y Sevilla, con alrededor de 200 granates gritando en el estadio y otro buen número de ellos concentrados en la Avenida Montero Ríos para seguir el encuentro en una pantalla gigante.
Una tendencia que desde las oficinas de Pasarón deberán seguir potenciando si quieren seguir recuperando el terreno perdido, y es que ahí está el futuro de la entidad, independientemente de la categoría en la que compita.