El futuro de la Primera Federación sigue en el aire. Después de la reunión en la que una serie de clubes mostraron su malestar con el funcionamiento de esta categoría, es ahora la Real Federación Española de Fútbol la que responde con un requerimiento a los cuarenta clubes que participan en la categoría de bronce para que decidan si están a favor o en contra de implantar un sistema de control económico.
Si la votación es favorable, la Primera Federación tendrá futuro. Mientras que si la mayoría votan en contra, el organismo que preside Rubiales "adoptará aquellas decisiones sobre la configuración de las competiciones oficiales de ámbito estatal no profesionales que se consideren más beneficiosas para el conjunto del fútbol español", recoge la carta enviada por la RFEF a los clubes y cuyo contenido adelantó el periodista de Marca Rafa Mainez.
El objetivo de la Federación es implantar un sistema de control económico similar al Fair Play financiero de la UEFA o de la LaLiga, que limite el gasto en salarios y traspasos el 70 % de los ingresos de los clubes. Una medida que se implantaría de forma gradual, pasando al 90 % el próximo curso, el 80 % en la 2024-2025 y al 70 % definitivo a partir de la 2025-2026. El objettivo de esta medida es evitar que los equipos sigan endeudándose y generar una competición más igualitaria.
La misiva incluye otras cuatro propuestas relacionadas con la revisión del sistema de sanciones disciplinarias, la aprobación de un convenio colectivo para el fútbol no profesional, el derecho a veto de la RFEF a acuerdos entre clubes o el compromiso de los equipos a cumplir con todas las normas reguladoras de la competición.
Los cuarenta clubes deportivos que componen la Primera Federación disponen de 48 horas para emitir su voto a través de correo electrónico. En caso de que la votación sea favorable a lo propuesto por la RFEF, desde Las Rozas pondrán en marcha de manera inmediata los mecanismos fijados en los anteriores puntos. Pero si la mayor parte de los clubes rechazan la propuesta, la RFEF reunirá los órganos competentes para adoptar las decisiones oportunas en cuanto a estructuración del conjunto de las competiciones oficiales no profesionales de la RFEF.