El ya exentrenador y ex director deportivo del Pontevedra, Toni Otero, ha valorado este miércoles su paso durante temporada y media por la entidad de Pasarón. Ante los micrófonos de Radio Pontevedra Cadena Ser, el técnico vigués reconoció sentir pena por no ser capaz de conseguir el objetivo, admite haber cometido errores como no renovar al entrenador del ascenso y, aunque reconoce el mérito de la gestión de la presidenta Lupe Murillo, no se mordió la lengua a la hora de criticar aspectos en los que el club debe mejorar para ser más profesional.
Los mensajes hacia la mandataria comenzaron a la hora de justificar la confección de la actual plantilla. "Hubo jugadores que se nos han ido porque no hemos llegado, el Pontevedra tiene uno de los presupuestos más bajos de la categoría", argumentó antes de soltar que en el Pontevedra "todo pasa por una persona y convencer a esa persona no siempre es fácil".
En este sentido, Otero asume la responsabilidad de haber decidido renovar a la mayor parte de la plantilla de Segunda Federación. "Ya que no pudimos entrar en el mercado compitiendo con otros equipos, yo entendía que la continuidad de muchos jugadores, para no tener que variar muchoas cosas, era primordial", justifica a la vez que reconoce que "esa plantilla no está dando el rendimiento adecuado, ahora se verá"
Otro punto en el que reconoció no estar de acuerdo con la propietaria es en el asunto Miguel Román. "El tema lo llevó directamente Lupe. El club tuvo sus ofertas. Mi recomendación siempre fue que saliera. Un jugador que termina contrato es muy difícil de renovar. Debió de haber salido pero Lupe prefirió el tema deportivo en lugar del económico. Yo le dije que era una decisión que admiraba porque no deja de ser dinero que ingresas. Es algo bueno para el aficionado ver que su presidenta primó más el aspecto deportivo que el económico", relató.
Sobre la plaga de lesiones también lanzó un dardo a la directiva. "Hay que valorar mucho por qué se rompe la plantilla. Los cambios de campo, de superficie, no poder entrenar en Pasarón. Me alegra que ahora ya puedan hacerlo, con el entrenador nuevo ya lo están haciendo. Los esfuerzos que uno hizo para que pasara, al final dan sus frutos", sostiene Otero mostrando su satisfacción por "que la presidenta entienda que hay que hacer esfuerzos en ciertos puntos para mejorar el rendimiento del equipo".
La comparecencia en la que Murillo anunció el cese de Otero y la llegada de Señor, en la que la presidenta anunciaba profundos cambios en el organigrama deportivo de cara al futuro inmediato, también mereció la valoración de Otero. "A lo mejor me he tenido que marchar para que ella se de cuenta de que tiene que invertir en ciertas cosas", dijo sobre la intención del club de invertir más recursos en la secretaría técnica, la preparación física y los servicios médicos. A modo de ejemplo, declaró Otero que los viajes para ojear a otros clubes "los pagué todos yo de mi bolsillo", contrapuso con su experiencia en otras entidades.
También dio su opinión Toni Otero sobre cómo debe ser la toma de decisiones en la parcela deportiva del club. "Lupe hace un esfuerzo brutal por sacar este club adelante, es una persona superimplicada y recta en lo económico. Pero en otras cosas debería guiarse más por profesionales. Pero al final el club es de ella. Es una persona que quiere al Pontevedra y la gente debería apoyarla. ¿Si las decisiones deportivas son las mejores? Yo puedo decir que he discutido muchísimo con ella", afirmó.
Confesó también Toni Otero que en el mes de noviembre presentó su dimisión. "He intentado hacer del Pontevedra un club más profesional, no siempre se consigue. Uno se va porque esas cosas no se han mejorado. En noviembre le dije a Lupe que mi ciclo aquí creía que se había terminado", reconoció Otero para asumir también errores propios como no haber renovado a Ángel Rodríguez.
"El tándem Ángel Toni era un buen tándem y me da pena no haber convencido a Lupe o a Angel de haber seguido. Es la mayor pena que me queda y ha afectado al devenir del equipo", asume Otero.
En lo que no considera haberse equivocado es en el fichaje de Jon Bakero. "Firmamos a Bakero porque venia de ser el mejor en una liga universitaria de Estados Unidos y de un primera búlgaro con 8 o 9 goles. Pensábamos que el rendimiento iba a ser bueno. Lleva un gol o dos menos que otro delantero. Si vamos al porcentaje de minutos, igual alguno también tiene muchas cosas que decir", dijo sin atreverse a dar el nombre del futbolista al que se refería.
Tampoco considera haberse equivocado con el mercado de invierno y se mantiene firme en su decisión de haber apostado por jugadores jóvenes como Víctor Casais o Martín Diz.
También habló sobre la destitución de Antonio Fernández, del que sigue diciendo que es su amigo y niega que haya tenido que ver con el cambio de sistema a defensa de tres centrales; y la decisión de prescindir de Sergio Moreira afirmando que "no aportaba nada".
Sí que se mordió la lengua sobre la contratación de Juan Señor. "Me hubiese gustado que fuese un entrenador gallego. No puedo valorarlo porque no lo conozco. Si salva al equipo es que la plantilla es buena. Espero que sí la salve y la plantilla dé un paso adelante y demuestra que es una buena plantilla porque el Pontevedra merece estar en Primera Federacion", remató.