Han sido muchos años de duro trabajo y sacrificio que han desembocado en una recompensa mayúscula. Por eso Teresa Portela reconocía estar "feliz" nada más bajarse de la embarcación tras conseguir una increíble medalla de plata en el K-1 200 de los Juegos Olímpicos de Tokyo.
La palista pontevedresa aseguraba sentirse así "porque quien la sigue la consigue", explicó en declaraciones al Comité Olímpico Español.
"Llevo muchos años intentando luchar por esta medalla. Esta prueba es tan tan difícil, nos mueven milésimas que nos separan y finalmente lo he conseguido", señaló todavía sin creérselo demasiado.
A sus 39 años y tras una larga colección de medallas internacionales, con 5 preseas en campeonatos del Mundo y hasta 17 en Europeos, Teresa Portela tiene por fin el metal que tanto ansiaba, el que culmina una carrera deportiva de leyenda.