Teresa Portela disputa este jueves 8 de agosto la final de K-4 500 femenino en los Juegos Olímpicos junto a otra pontevedresa, Carolina García, y con Estefanía Fernández y Sara Ouzande. La canguesa tiene 42 años y esta convocatoria parisina supone su participación en siete Olimpiadas. Hablamos con Cristina Casanova Jiménez, fisioterapeuta especializada en deporte, profunda sabedora de Juegos Olímpicos y además conoce bien a la piragüista morracense.
¿Se puede considerar como excepcional una trayectoria deportiva como la de Teresa Portela?
Desde luego no es lo habitual que las carreras deportivas en mujeres deportistas de élite sean tan longevas como la de Teri. No obstante, sí hay otros casos como el de la piragüista italiana de origen alemán Josefa Idem, que participó en ocho Juegos Olímpicos; o casos similares en nuestro país como Maialen Chourraut con cinco participaciones y que ha conseguido meterse en otra final olímpica a sus 41 años; o el de la jugadora de baloncesto 3x3, Sandra Ygueravide, quien a sus casi 40 años en su primera participación olímpica ha exhibido un juego y un estado de forma increíbles, y que junto con sus compañeras ha conseguido la plata en París 2024.
Teri es historia del deporte español, ha conseguido lo que ninguna otra deportista de nuestro país ha logrado a día de hoy, ¡¡¡siete participaciones olímpicas!!!.
¿Cuáles consideras sus mayores virtudes?
Tiene muchas. Es una trabajadora incansable pero al mismo tiempo tiene esa humildad de la persona que quiere seguir mejorando, creciendo, aprendiendo... Es generosa, se preocupa porque todo el mundo esté bien a su alrededor, es una persona que tiene un aplomo y una calma que se contagian.
En una deportista de élite y en esta disciplina deportiva en concreto ¿la edad en qué puede condicionar?
La edad no es un condicionante tan decisivo como lo son los hábitos: un entrenamiento de calidad, la alimentación, el descanso, la gestión del estrés... Si Teri a sus 42 años sigue mejorando en sus parámetros, la edad sólo es un número.
Ella además de piragüista también es fisioterapeuta. Esta formación, será un plus de autoconocimiento en preparación y recuperación, entiendo.
Por supuesto, ella conoce bien su cuerpo y sus sensaciones. Si a ello le añades sus conocimientos profesionales de anatomía, fisiología, etcétera, hace que en cierta manera sea capaz de anticiparse a una lesión importante, o si éste o aquel ejercicio, estiramiento, le va mejor en un determinado momento.
¿Qué factores, externos e internos, pueden estar favoreciendo o pueden perjudicarla en estos Juegos Olímpicos?
Cuando llegas a unos Juegos Olímpicos está todo estudiado al milímetro, no hay nada que se deje al azar. Teri tiene desde hace muchos años como entrenador a Daniel Brage que ahora también entrena a todo el grupo de kayak de mujeres en Pontevedra. Es un entrenador exigente pero trabajador, metódico y en búsqueda constante de la excelencia en cada pequeño detalle.
Además ella tiene la experiencia de otras citas olímpicas, sabe perfectamente abstraerse en sus momentos de concentración y de descanso. Cuenta además con el apoyo de David y Naira, marido e hija, que la acompañan a todas sus competiciones y son un pilar básico para Teri.
Quiero concretar más tras la pregunta anterior y abro el foco para todos los deportistas. Trascienden noticias e imágenes sobre factores como el descanso y la alimentación, fundamentales como decías en el rendimiento, ¿hasta qué punto pueden estar repercutiendo en las competiciones?
Sabemos que las noticias 'diferentes' siempre se hacen virales, corren como la pólvora y unas veces son más fieles a la realidad que otras. Pero en general en estos Juegos Olímpicos parece que está habiendo bastante polémica con temas como las camas. A lo mejor una gimnasta que pesa 48kg puede descansar en una cama de 90cm con un colchón de espuma de dos dedos de grosor, pero un jugador de balonmano o de baloncesto, por poner un ejemplo, no; y el descanso sí que condiciona notablemente el rendimiento deportivo.
También la comida, que era escasa y poco variada los primeros días, o la falta de agua embotellada, la temperatura de las habitaciones, tener a los deportistas mojados de pies a cabeza tres horas durante la ceremonia inaugural o hacer competir a los de triatlón en un río con corrientes peligrosas y niveles de E. Coli insalubres... Te pasas un ciclo olímpico midiendo cada cosa que haces con lupa, para que los que teóricamente tienen que cuidar a los atletas al máximo no lo hagan. Incomprensible.
Volviendo a Teresa Portela. Su preparación mental, hasta donde la conoces ¿está también entre sus fortalezas?
Pues un poco lo que comentaba antes, es tranquila, paciente, tiene calma, está segura de lo que hace y se guía mucho por sus sensaciones. Cuando las cosas salen mal no se hunde, sino que lo relativiza, al igual que si las cosas salen genial, enseguida vuelve al aquí y ahora porque sabe que toca seguir trabajando.
Aprovecho también para preguntarte por otra deportista que va a marcar estos Juegos: Carolina Marín. Lo que le ocurrió el 4 de agosto ¿era previsible, poco probable, imprevisible?
Lo de Carolina fue desgarrador y cruel a partes iguales. Pocos deportistas habrán tenido una preparación más concienzuda y trabajada que ella. Todo le estaba saliendo según el plan establecido y cuando ya estaba tocando la medalla, casi... ¡tercera lesión!.
El bádminton es un deporte muy exigente para las rodillas, mucho apoyo monopodal, mucha aceleración y frenado, mucha finta y cambios de dirección. Por desgracia las lesiones de cruzado no son extrañas, pueden ser bilaterales y frecuentemente recidivan, pero eso no es nada que se pueda predecir, sólo trabajar al máximo para minimizar los riesgos como Carolina y su equipo hicieron.
Esa excelencia deportiva de la que tanto se habla en este contexto olímpico ¿es irremediable que físicamente conlleve secuelas al someter a un cuerpo a exigencias tan constantes tanto tiempo?
Obviamente el deporte de élite lleva al cuerpo a sus límites de manera constante y eso deja una impronta en el mismo en forma de lesiones músculo-esqueléticas, adaptaciones cardíacas..., sin meternos ya en temas de salud mental, que muchas veces son irreversibles. Hay que ser conscientes de que la vida de un deportista dura de media hasta los 38-40 años, pero que con suerte seguirán habitando en su cuerpo muchos años más y deben cuidarlo,- como deberíamos hacer todos -, como lo que es, un templo. Mientras el cuerpo, la mente y la motivación acompañen, el deportista puede extender su carrera deportiva... ¿quizás hasta los octavos Juegos Olímpicos?.
Esta final de K4- 500 femenino está prevista para las 13.40 horas este jueves 8 de agosto. Si las palistas hacen podio, será la segunda medalla olímpica para Teresa Portela.