El Pontevedra Club de Fútbol es el equipo más en forma del Grupo I de la Segunda RFEF, con cuatro triunfos en las últimas cinco jornadas que le han colocado a sólo dos puntos del líder Numancia.
El último de ellos llegó este domingo en O Vao en un derbi contra el Coruxo no exento de polémica y momentos de tensión.
La explosión de júbilo granate que supuso el gol de Dalisson en el tiempo de descuento fue encajada de peores formas en el bando local, descontento por la que consideran injusta expulsión de Borja Domínguez por doble amarilla en el minuto 88.
Las protestas sobre el césped fueron evidentes, y continuaron en el túnel de vestuarios con el centro de las quejas en la actuación del colegiado, el gallego Jesús López Fernández.
Lo cierto es que el árbitro del encuentro fue cuestionado en ambos bandos sobre todo por el listón puesto en las amonestaciones. Además en el cuadro granate se reclamó una clara mano como posible penalti (o falta al borde del área al estar en el límite) que no se señaló.
En total López Fernández mostró 12 cartulinas amarillas, cuatro de ellas al Pontevedra y ocho en los locales.
El punto culmen de esas protestas coruxistas se vivió en el túnel de vestuarios con el duelo ya terminado, tras alguna otra discusión sobre el verde, y es que según reflejó el colegiado en el acta del encuentro el local David Añón se dirigió a uno de los asistentes con una frase que le puede costar caro: "Iros a tomar por culo" (sic).
Se trata de una desconsideración grave que puede suponer una dura sanción al ex-jugador granate ahora en las filas del Coruxo.