Será de las últimas deportistas del equipo español en llegar a Río de Janeiro, a donde viaja este jueves, y apenas unas horas antes de coger el vuelo que la llevará a Brasil Támara Echegoyen explicó en el programa Cara a Cara de PontevedraViva Radio las sensaciones con las que llega a los Juegos Olímpicos.
La regatista pontevedresa, medalla de oro en 2012, aspira de nuevo al podio desde el optimismo que le dan sus últimos resultados, que le hacen asegurar que "tengo las mismas sensaciones que antes de Londres".
"Aunque parezca imposible estoy muy relajada. El examen está preparado y ahora lo único que nos queda es disfrutar de esos cinco días de competición", señala Támara, que junto a Berta Betanzos competirá desde el día 12 de agosto en la clase 49er FX.
Después de tres años de haber "trabajado muchísimo" para adaptarse a una nueva clase olímpica, el título mundial conseguido en febrero en Florida las coloca en la terna de favoritas, una condición de la que no escapan pero desde la precaución, ya que "unos Juegos es muy difícil, teniendo las condiciones que esperamos o no vamos a tener que luchar cada segundo y cada metro de la regata si queremos colgarnos una medalla", reconoce.
A nivel deportivo la Bahía de Guanabara suele presentar condiciones de poco viento, que no les favorecen especialmente y son "difíciles de navegar", pero últimamente "está habiendo más viento de lo esperado" que puede dar lugar a "dar muchas sorpresas", entre las que espera se incluya otro pontevedrés, Fernando Echávarri, en el Nacra 17.
La campeona olímpica en Londres no pasa por alto algunas de las polémicas de Río 2016, como el estado de la bahía donde competirán y que presenta un alto índice de contaminación. "Desde el primer día hemos denunciado y hablado de las condiciones del agua. Está infectada y estamos navegando en una agua que tiene bacterias que pueden ser dañinas para la salud", explica señalando que en todo caso "ya es demasiado tarde" porque "ahora no hay solución, los Juegos van a ser en la Bahía de Guanabara y esperemos que salgan bien".
Menos le preocupa el virus Zika, que califica como "algo que tener en cuenta" pero que supone "el menor de mis problemas" comparado con la situación del campo de regatas.
La suerte está echada, pero Támara Echegoyen llega a los Juegos Olímpicos con la tranquilidad que da saber que siempre rinde en las grandes competiciones.