Con 34 años y tras ocho temporadas en las que se ha convertido en santo y seña del club, Silvia Aguete y el Poio Pescamar han separado sus caminos, pero eso no supone el fin de la carrera deportiva de una guardameta que fue catalogada como la mejor del mundo tras su gran año 2019.
"Espero seguir jugando mientras me encuentre bien y las lesiones me lo permitan", asegura la hasta ahora capitana rojilla tras decir adiós a un club que le permitió estrenarse en Primera División, además de ir creciendo hasta convertirse en internacional con la Selección Española y toda una referencia en su deporte.
"Tengo ganas de seguir porque acabé la temporada con muy buenas sensaciones", explica, aunque de momento sobre su futuro deportivo "no tengo decicido nada". Ofertas seguro que no le van a faltar, y de hecho "tengo varias propuestas pero me voy a tomar unos días de reflexión", avanza la pontevedresa.
Silvia sólo deja en su despedida buenas palabras para un Poio Pescamar que "en los 8 años que lleva en Primera División ha ido mejorando profesionalmente tanto a nivel de plantilla como de staff".
Se va eso sí con la espina de no haber conseguido cumplir el sueño de levantar un título nacional con las de A Seca. "Llegamos a la final de la Copa y estuvimos cerquita pero al final fue competir con un Burela y es muy complicado". En todo caso "para nosotras fue un premio esa final", afirma.
Sólo el futuro dirá si se trata de un adiós o de un simple 'hasta luego'.