Sigue creciendo el Teucro que ya acaricia el play-off de ascenso con su victoria (33-24) sobre el Adelma Sinfín

Pontevedra
16 de marzo 2013

El conjunto pontevedrés aleja en tres puntos más el golaverage a su rival más directo y el cuatro al Torrelavega, que perdió en su pista, cuando restan únicamente ocho puntos en juego. Se rindió homenaje a la plantilla que consiguió el primer ascenso a División de Honor hace 40 años

Sigue subiendo enteros el Teucro en busca de un objetivo impensable al comienzo de temporada y que, fruto del esfuerzo de una plantilla joven pero implicada, se ve cada vez más cercano, como es la clasificación para el play-off de ascenso. En el Municipal, el conjunto que dirige Javier Barrios dio un golpe encima de la mesa al superar a su rival más directo y cercano para esa plaza, el Adelma Sinfín, de Santander, y hacerlo además con una autoridad insultante, logrando un marcador (33-24) que deja a los cántabros relegados en tres puntos, consiguiendo además poner también a favor el golaverage parcial, ya que en la primera vuelta la victoria cántabra había sido por tan sólo tres goles de desventaja.

Unida además a la derrota del Torrelavega, los teucristas disponen ahora de un colchón de cuatro puntos, cuando restan tan sólo cuatro jornadas para concluir la liga regular.

Frente al Adelma el triunfo se fraguó en la segunda parte, después de una primera con bastantes errores e imprecisiones, pero en la que desde los primeros compases siempre dio la sensación de superioridad local.

En los primeros minutos el Teucro falló mucho en lanzamientos de uno contra el portero, tirando al ⿿muñeco⿿ y sólo Didac Villar veía puerta con facilidad. Aún así, los azules tenían más ritmo, faltaba afinar los pases y el lanzamiento para irse en el marcador. Pero si esa faceta no se consiguió, fue suficiente que Juan Bar entrase en el partido para que el Teucro tomase el mando.

Quedaba frenar los lanzamientos exteriores de Alberto Muñoz. Con tres goles como máxima renta, Barrios mueve el banquillo, sienta a Didac Villar, y el equipo se resintió, incurriendo en pérdidas de balón y perdiendo la claridad en la dirección de juego. Si a ello unimos la actuación de una pareja arbitral lejos del nivel técnico exigible para la categoría, que no supo cortar en ningún momento el juego pasivo del cuadro visitante, el marcador al descanso quedaba en el aire, pero siempre con la sensación en pista de que el Teucro estaba un punto por encima en cuanto a juego.

Parcial de 3-0 en los dos primeros minutos tras la reanudación y cuatro arriba. Nuevo parón, como si el Teucro se resistiese a cerrar el partido, los fallos en los contraataques permitieron al conjunto cántabro seguir relativamente cerca, pero su ataque ya no funcionaba, o más bien la defensa teucrista taponó sus vías de agua. Así, a pesar de seguir incurriendo en juego pasivo en cada ataque, no penalizado nunca por la pareja arbitral, llegó el despegue definitivo.

El Teucro amplía su renta a cinco goles y obliga al técnico visitante a pedir tiempo muerto. Sin resultado. Lo que en la primera mitad era su mejor arma ofensiva, Alberto Muñoz, se convirtió en su mayor rémora, obligando a su equipo a un juego prácticamente estático, previsible e inofensivo.

Superioridad total del equipo azul que pudo obtener incluso una goleada más amplia

Era sólo cuestión de esperar. Anotando con facilidad casi en cada ataque, sólo la relajación podía poner en peligro la victoria local, pero no lo hizo. A falta de 10 minutos los cántabros, a la desesperada, intentan una defensa mixta sobre el central. Lejos de arreglar su agujero defensivo sólo sirve para agrandarlo más hasta terminar en goleada que pudo ser incluso mayor, dada la superioridad de un Teucro que sigue creciendo en cada jornada.

SD TEUCRO (33): Juan Bar; Toño Fernández (8, 3 de penalti), Alejandro Pombo, David Chapela (2), Tomás Moreira (4), José Manuel Rial (6), Borja Pedreira -siete inicial-, Aarón Vidal, Miguel Porto, Didac Villar (6, 3 de penalti), Carlos García (6), Siscu, Miguel Sío (1) y Tomás Dobarro (p.s.).

ADELMA SINFÍN (24): Jorge Villamarín; David Merino, Alejandro Blázquez (3), Alejandro Álvarez (3), Alfonso Novella (1), José Manuel Herrero (8), Alberto Muñoz (8, 2 de penalti) -siete inicial-, Hermenegildo Cabañeros, Guillermo Herrero, Sergio Bárcena, Eduardo Manrique, Ramiro Merino, Héctor Sola (1) y Pablo Salvarrey (p.s.).

Árbitros: Pedro José Amigo y Javier Espadas (Castilla La Mancha). Excluyeron por dos minutos a: Siscu, Alejandro Pombo, Miguel Porto, José Manuel Rial, Sergio Bárcena (2), Eduardo Manrique, Hermenegildo Cabañeros, José Manuel Herrero y Alberto Muñoz (2).

Marcador (cada cinco minutos): 2-2, 4-4, 7-6, 9-7, 11-11, 14-13 (descanso), 17-14, 19-15, 23-17, 25-19, 30-22 y 33-24 (final).

Se rindió homenaje a la plantilla que consiguió el primer ascenso a División de Honor hace 40 años

Incidencias: Pabellón Municipal dos Deportes de Pontevedra. Algo más de 500 espectadores. Antes de comenzar el partido se rindió homenaje a la plantilla y entrenador que consiguieron el primer ascenso del Teucro a la División de Honor, hace 40 años. Sansilvestre hizo el saque de honor y presenció el partido en el palco junto a Carlos Cameselle, Barcia, Mundo, Tito Area, Maeso, Chema, Félix, Raúl Lamoso, Ignacio Núñez y el entrenador Juan Luís.