El pasado mes de mayo el San Pablo Burgos apartaba del sueño del ascenso al Cisne en las semifinales del play-off. Tampoco subiría finalmente el conjunto burgalés.
Casi siete meses después, y en un contexto muy diferente, el equipo pontevedrés estuvo cerca de tomarse la revancha sumando finalmente un punto (25-25) de mérito y valioso para intentar alejarse de la zona de descenso.
Hay que recordar que llegaba el Burgos como colíder de la División de Honor Plata con 18 puntos, por los 10 del cuadro cisneísta, pero eso poco importó en cuanto empezó el duelo, con los de Quiños protagonizando un gran inicio, con un parcial a su favor de 4-0.
El ataque visitante se atascaba, y por encima se quedaba sin su guardameta Elcio Carvalho, descalificado.
Tardó seis minutos en anotar el San Pablo (4-1), que poco a poco fue cogiendo el tono y poniendo en más apuros a los locales, dificultando muchos sus acciones ofensivas.
Aún así hasta el ecuador del primer acto el color del partido era blanco con un claro 8-4, y fue entonces cuando las distancias empezaron a acortarse para llegar al descanso con un apretado 11-10.
Esa igualdad se mantuvo al inicio del segundo parcial, con ventajas mínimas para el Cisne que eran neutralizadas por los visitantes.
Llegó a mandar por dos el equipo local (17-15), pero el Burgos también se puso por delante por primera vez en el partido (19-21) cada vez más cerca de los minutos decisivos.
El duelo podía caer de cualquiera de los dos lados. Era un cara o cruz como ya le ha pasado en otras ocasiones esta temporada al Cisne.
Alberto Delgado desde la posición de pivote colocaba un 25-24 que hacía soñar con el triunfo a 1:15 del final, pero empataba el San Pablo en la siguiente acción para entrar en tablas en el último minuto.
Quiños pidió tiempo muerto pero no logró que los suyos anotasen un ataque que podía darles los puntos. Furtado falló un lanzamiento forzado amenazado de pasivo por los árbitros.
Quedaba una última bala para el rival, pero esta vez se defendieron bien los últimos segundos amarrarando un empate que a final de temporada puede acabar valiendo su peso en oro.