Segunda jornada de trabajo del Pontevedra Club de Fútbol y de nuevo con doble sesión de entrenamiento, esta vez con el campo de Gatomorto en Xeve como escenario.
Ya con un mayor ritimo tras la toma de contacto del lunes, Antonio Fernández ha empezado a incidir a los jugadores sobre alguno de los aspectos que quiere que definan al equipo granate cuando de comienzo la temporada.
El técnico avanzaba en su presentación que quería un Pontevedra "protagonista, que va a querer el balón", una seña de identidad continuista que ya se puede visualizar en los primeros ejercicios con balón, y es que además del trabajo físico habitual de estas fechas, a las órdenes del recién llegado Dani Vila, el preparador parece buscar la intensidad en el trabajo con el cuero de por medio.
Es todavía pronto para imponer su propio sello, pero en esos ejercicios sí ha dejado entrever cuál será otro de los aspectos característicos del nuevo Pontevedra. "Cuando pierdo aprieto, soy incómodo para el rival", se acertó a escuchar desde la grada de Xeve en una práctica en espacio reducido con la posesión y la presión tras pérdida como ejes.
Son sólo unos primeros apuntes pero significativos de un Antonio Fernández que mostró su satisfacción por la implicación que ve en sus pupilos.
La buena noticia en la sesió matinal de este martes ha sido además comprobar el buen estado de Rufo, pese a las precauciones avanzadas por el propio entrenador y el director deportivo con el objetivo de evitar sustos tras sus problemas físicos a final del curso pasado. El delantero ha trabajado sin problemas con el resto del grupo, y sólo Diego Seoane lo ha hecho a un ritmo inferior con trabajo específico para fortalecer la zona del pubis que le ha causado molestias los últimos meses.