Han tenido que pasar más de seis meses para que el Pontevedra Club de Fútbol haya vuelto a disputar un partido. Por aquel entonces era en competición oficial en una liga que terminó suspendiéndose, y ahora en un amistoso de pretemporada, pero la tendencia parece que se mantiene.
Un gol de Rufo, como no de cabeza, decantó el primer test de los granates en el campo de O Vao, escenario en el que se enfrentó a un rival de su liga como es el Coruxo.
El ariete, pichichi de la categoría la pasada campaña, mantiene intacto su olfato goleador, buena noticia para los de Jesús Ramos aunque todavía sea pronto para sacar muchas conclusiones.
El amistoso entre Coruxo y Pontevedra se disputó a puerta cerrada, sólo con personal de ambos clubes presente y casi al despiste, sin llegar a anunciar el duelo. Se trataba casi de un entrenamiento más, pero pensando para empezar a recobrar el ritmo de competición.
Los dos entrenadores apostaron por un once diferente en cada tiempo. Primero en los granates comparecieron Mario Fernández, Santi Figueroa, Churre, Xisco Campos, Eneko, Romay, Imanol, Oier, Martín Diz, Jorge Fernández y Charles, en un primer acto equilibrado y con pocas llegadas a las áreas, dando poco trabajo a los guardametas.
Después llegaría el turno de la segunda unidad con minutos para Álvaro Cortés, Álex González, Aitor, Rufo, Borja, Pol Bueso, Adrián Cruz, Óscar Fernández, Pacheco, Vilariño, David Veiga y Pablo López.
En la segunda mitad el ritmo se incrementó y el Coruxo pudo abrir el marcador con un disparo del ex-granate Rivera que se fue el larguero. No lo logró y el que no falló fue uno de los 'killers' del Pontevedra, Rufo, en el minuto 83 marcando de cabeza a la salida de un córner.
Así se cerró una positiva primera prueba para los de Pasarón, un equipo al que todavía le queda mucho margen de mejora pero que ha empezado a apuntar maneras.