Si hay algún sitio en donde se vive el deporte al máximo, ese es sin duda Pontevedra. Y se ha vuelto a demostrar con la Vuelta Ciclista a España. Miles de personas se dejaron seducir por la magia del mejor ciclismo. Nunca antes Pontevedra, la ciudad con la que La Vuelta regresó a Galicia hace dos años, había acogido una salida de etapa. Y los pontevedreses hicieron que este día fuese inolvidable para los ciclistas.
El epicentro fue la Plaza de España, lugar desde donde se dio la salida neutralizada sobre las 13.00 horas. Desde primera hora de la mañana aficionados y curiosos se dejaron ver por la zona con la esperanza de ver a sus ídolos durante el control de firmas al que están obligados al inicio de cada etapa. Un trámite que estuvo amenizado por numerosas actividades paralelas y que fue caldeando el ambiente para lo que estaba a punto de suceder.
Y todo para ver un espectáculo de primer nivel. No era para menos. La segunda etapa de La Vuelta contaba con el primer final en alto de la prueba. Prometía grandes emociones y no decepcionó a nadie. Después de la exigente contrarreloj por equipos del sábado, Galicia, en la segunda de sus cuatro etapas, tenía reservado a los ciclistas un puerto, al Alto da Groba (Baiona) que resultó ser una trampa.
Tras una salida neutralizada, en la que los ciclistas recorrieron gran parte del centro de la ciudad de Pontevedra, el pelotón afrontó tranquilo la mayor parte de los 177,7 kilómetros de esta segunda etapa. Sin apenas sustos o intentos de escapada, fueron pasando sucesivamente por las localidades de Arcade, Redondela, Vigo, Nigrán, Gondomar, O Porriño, Ponteareas, Salvaterra, Caldelas, Tui, A Guarda y Baiona.
Allí fue donde empezaron las hostilidades. Entre el esfuerzo que realizó el grupo los últimos 50 kilómetros para echar abajo la fuga del día y el ritmo de los Movistar en la ascensión al Alto da Groba, vivimos la primera sorpresa de la prueba, el hundimiento de Samuel Sánchez. El líder del Euskatel-Euskadi perdió casi tres minutos. El resto de favoritos superó sin problemas el ritmo que impuso el Movistar en los once kilómetros de subida.
El equipo de Valverde mostró el por qué de los elogios de los rivales y expertos. Primero Lastras, luego Herrada y más tarde el polaco Szmyd no dejaron respirar al grupo. Tiraron muy fuerte hasta el último kilómetro y medio. Fue entonces cuando fructificó un ataque del grupo formado por Dani Moreno (Katusha), Domenico Pozzovivo (AG2R), Leopold Konig (Netapp) y Nicolas Roche (Team Saxo-Tinkoff), que se llevó finalmente la etapa.
Tras esta segunda etapa, el nuevo jersey rojo de la carrera es Vincenzo Nibali (Astana) que releva a su compañero de equipo el esloveno Janez Brajkovic (Astana), líder tras la crono del sábado. Tiene ocho segundos de ventaja sobre Roche, el ganador de la etapa. Alejandro Valverde (Movistar) y Purito Rodríguez (Katusha), que arañaron dos segundos al italiano en la línea de meta, son octavo y vigésimo cuarto, a 27 y 57 segundos del líder, respectivamente.
TERCERA ETAPA: VIGO - VILAGARCIA
La tercera etapa de la Vuelta a España en Galicia tiene 184,8 kilómetros. El pelotón saldrá de Vigo para terminar en el Mirador de Lobeira (Vilagarcía de Arousa). La parte final pica hacia arriba aunque sin excesiva dureza. Será un recorrido muy sinuoso donde los más valientes intentarán buscar una fuga. A pesar de la parte final, probablemente no será una etapa que marque diferencias en la clasificación general. Eso sí, la emoción estará asegurada.
La salida está prevista para las 13.10 horas. Tras dejar Vigo, el pelotón irá pasando sucesivamente por Moaña, Cangas, Bueu, Marín y Pontevedra (a donde llegará sobre las 14.25 horas si se cumplen los horarios de la organización). De ahí se dirigirán por la PO-308 a Poio, Combarro, Raxó, Sanxenxo, Portonovo, A Lanzada, O Grove, San Vicente do Mar, Villalonga, Dena, Ribadumia, Meis, Vilagarcía de Arousa, Vilaxoán, Vilanova de Arousa y A Illa de Arousa, antes de volver a Vilagarcía y afrontar la subida al Mirador de Lobeira.