La situación del Pontevedra sigue siendo buena en liga, a sólo tres puntos de los puestos de play-off, pero los últimos resultados cosechados fuera de casa, auténtico talón de aquiles del equipo en las últimas campañas, pesan en el ánimo. No en vano los granates son el peor de los favoritos a domicilio (10 puntos).
Se hace necesario mejorar en esa suerte si se quiere aspirar a metas ambiciosas, pero antes el abrigo del Estadio Municipal de Pasarón aparece como terapia para los granates con dos encuentros ante su gente en apenas 4 días que deben servir para levantar la moral.
El primero será una prueba exigente, pese a tratarse de una competición secundaria como la Copa Federación, y es que el rival este miércoles (18:00 horas) en la ida de los cuartos de final será el tercer clasificado del Grupo 3 de la Segunda B, el Cornellà.
De nuevo las rotaciones serán protagonistas en el Pontevedra, que pese a priorizar la liga tiene todo el interés puesto en la defensa de su título copero. Así, Luismi previsiblemente pondrá sobre el verde un once competitivo.
En la alineación, salvo sorpresa, estarán el sancionado Campillo, que se perderá el duelo del domingo ante el Internacional de Madrid junto a Kevin al cumplir ciclo de amonestaciones. Además será una buena ocasión de ver en acción a los nuevos fichajes, en especial a un Álvaro Bustos que podría debutar con la elástica granate.
Las entradas para presenciar el choque, gratuito para los socios +, se ha fijado en 3 euros para los socios y de 5 euros para el resto del público.