Más de cuatro décadas tuvo que esperar el Pontevedra y su afición para volver a un escenario de prestigio como los campos de Sport de El Sardinero. Nunca los granates habían ganado allí. La espera fue larga, pero el resultado no pudo ser mejor. Primera victoria liguera a domicilio, frente a un Real Racing Club que sólo muy al final hizo sufrir a los de Luisito, superiores en casi todos los aspectos del juego y claros merecedores de los tres puntos.
Dos goles de Pedro García y Verdú pusieron en ventaja a un Pontevedra que maniató al equipo cántabro hasta el punto de que los locales dispararon por primera vez entre los tres palos para anotar su único gol, de penalti, a falta de cinco minutos. Luego, el equipo gallego supo sufrir, aguantando el empuje final (cinco minutos, más otros cuatro de añadido) a la desesperada de un Santander despedido con pitos por los suyos, mientras los jugadores granates celebraban el triunfo por todo lo alto con el poco más de medio centener de aficionados que se desplazaron para apoyarles y que tuvieron el premio de ver un partidazo de su equipo en el mejor escenario posible de la categoría.
De un plumazo el equipo de Luisito terminó con una ya larga serie de partidos como visitante sin puntuar y sin marcar. Lo hizo en el lugar y frente al rival más complicado, pero lo hizo con absoluta justicia, madurando el partido en el primer tiempo para dominarlo con oficio y ambición en el segundo.
Porque si la primera media hora podía dar la sensación de que los granates se conformaban con defender su parcela, dando por bueno el empate, superada esa barrera los de Luisito se crecieron y fueron a por más. Asentados en una defensa firme y un centro del campo que dominaba a su antojo, el equipo gallego supo cerrar las bandas, principal peligro del once de Pedro Munitis, que se vio limitado a buscar un fútbol excesivamente directo, para el que no está preparado, ni cuenta con los mimbres adecuados, como único medio de llevar el balón al área visitante.
Las ocasiones, pocas en el primer tiempo, fueron visitantes. La primera y clara la tuvo Jacobo (minuto 30). Su disparo en un primer error del meta Dani Sotres, se fue alto. La segunda sería para Borjas (minuto 40) con un remate desde 25 metros, que mandó a corner con apuros el portero cántabro. Y la tercera (minuto 42) para Jandrín, que disparó flojo dentro del área, salvando bajo palos Alain.
Mientras todo eso sucedía, el Real Racing no llegó a disparar a puerta entre los tres palos, limitándose a ejercer un control ficticio en la zona ancha.
Ese control pareció intensificarse en los comienzos del segundo tiempo, pero el Pontevedra seguía firme en sus ideas, creciendo también en su convencimiento de poder dar la campanada. Y lo hizo de la forma que pocos podían esperar, a través de un cambio que sería decisivo al retirar el técnico de Teo a Jacobo, para dar entrada a Pedro García. Parecía un cambio en busca de "músculo" para asegurar el empate, pero se convirtió en la clave del resultado final.
Avisó primero Campillo, con un disparo de volea desde fuera del área (minuto 62) que se estrelló en la base del poste, con Dani Sotres batido. Hasta que llegó el gol que rompía la sequía granate a domicilio. Era el minuto 65. Mouriño centró un balón perfecto al primer palo y Pedro García apareció para rematar de cabeza en semi plancha, junto a la base del poste, lejos del alcance del portero. Era el 1-0 y una vez más se cumplía el "maleficio del ex", marcando gol Pedro García a un equipo en el que militó en la temporada 2012/2013.
Lejos de echarse atrás, el Pontevedra siguió con ambición, aprovechando el desconcierto local y las primeras muestras de enfado de la grada, buscando sentenciar el partido. Lo hizo por medio de una acción de picardía (minuto 79), por medio de Verdú, que vio descolocado a Dani Sotres, y desde 40 metros ejecutó con rapidez una falta, colando el balón por el centro de la portería.
Todavía pudo hacer más sangre el equipo gallego, pero Borjas no acertó a hacer el tercero (minuto 82), en una acción sólo ante el portero.
Quedaba aún tiempo para el sufrimiento. Campillo derriba a Dioni dentro del área (minuto 85). El claro penalti lo transforma el mismo Dioni, pese aque Edu estuvo a punto de sacar su disparo.
El Real Racing se fue arriba a la desesperada, pero se encontró con un Pontevedra firme, que no le dio opción alguna, llevándose la victoria con absoluta justicia.
REAL RACING CLUB (1): Dani Sotres; Francis, Alain (Coulibaly, minuto 81), Míkel, Iñaki; Migue, Fede San Emeterio, Dani Rodríguez (Álvaro Peña, minuto 63), Artiles; Hevia (Isma Cerro, minuto 51) y Dioni.
PONTEVEDRA CF (2): Edu; Adrián, Campillo, Capi, Verdú; Kevin Presa, Álex Fernández; Jandrín (Anxo, minuto 83), Mouriño, Jacobo (Pedro García, minuto 57); y Borjas (Bruno, minuto 88).
Árbitro: César Díez Cano (Castilla-León), auxiliado en las bandas por Antonio Rodríguez Pérez y Gorka Mazo Maruri. Amonestó a Míkel, Dani Sotres y Francis, por el conjunto cántabro, y a Adrián, Álex Fernández, Pedro García, Mouriño, Campillo, Borjas y Verdú, por el Pontevedra.
Goles: (0-1) Minuto 65: Pedro García. (0-2) Minuto 79: Verdú. (1-2) Minuto 85: Dioni, de penalti.
Incidencias: Campos de Sport de El Sardinero (Santander). Unos 5.000 espectadores. Presencia de medio centenar de seguidores gallegos.