Mal partido pero inmejorable resultado que unido al empate del Cerceda en Ordes convierte al Pontevedra en campeón de invierno a falta de una jornada para terminar la primera vuelta. Dos goles de Pablo Carnero permitieron la remontada granate frente a un Alondras que únicamente pisó el área local en la jugada que le adelantaba en el marcador.
Diez minutos, tres ocasiones fallidas, un mal balance defensivo que cuesta encajar un gol y carencia absoluta de ideas en la construcción. Sería el rápido resumen del juego del Pontevedra en una mala primera parte, enmendada parcialmente con el despertar de los últimos minutos, en la que demasiados jugadores estuvieron ausentes, como perdidos, acreditando una vez más lo mucho que le cuesta crear y también definir cuando enfrente está un rival bien posicionado, agresivo e intenso en las disputas.
Con todo, la puesta en escena del partido auguraba facilidades para los granates, que encontraban un auténtico filón en los problemas del Alondras para defender las acciones a balón parado.
Fruto de ello llegaban las dos primeras y claras ocasiones locales. Ambas en apenas dos minutos. Sendas faltas laterales lanzadas con mucha intención por Mouriño las rematan Campillo, la primera, de cabeza haciendo lucir a Martín para evitar un gol que se cantaba, y Pablo Carnero, excesivamente cruzado, previa petición de penalti sobre Anxo que el colegiado no sancionó, ni tampoco se vio muy claro.
Iban sólo nueve minutos y ahí se apagó el Pontevedra, que cayó en un juego espeso, dejando que la iniciación de las jugadas correspondiese a sus defensas, sin conexión entre el centro del campo y los dos puntas. Lo aprovechó el Alondras para vivir más cómodamente con el balón un poco más lejos de su área, pero sin buscar tampoco la presencia en campo rival.
Hasta que una pérdida de balón en zona de medios, con un mal balance defensivo local (minuto 21), permite a Gustavo Souto poner un buen balón a la espalda de Campillo. Mauro hizo el resto tras controlar el balón con el pecho para batir a Edu y adelantar al Alondras en su primera y única vez en que llegó al área local.
Tardó en reaccionar el Pontevedra. Y lo hizo a través de acciones de hombres que tienen habitualmente otros menesteres. La mejor jugada llegaba en un arranque por el centro de Campillo, con apertura sobre Anxo y centro de éste para que el mismo Campillo, llegando arriba, remate de cabeza fuera por muy poco.
Era el minuto 35 y esa acción despertó a un Pontevedra que empezó a ganar metros, hasta que de un saque de banda nace el empate (minuto 42). Puso el balón en juego Adrián sobre Tubo, que le devolvió para que el lateral centrase el balón al área. Pablo Carnero la baja con el pecho y a la media vuelta bate a Martín. Acción de delantero con calidad y oficio.
El gol sacó del partido al Alondras, que recibió el descanso con alivio, no sin antes sufrir otro susto, en un centro de Anxo (minuto 44) que Jorge remata de cabeza mal, por encima del larguero.
Si la primera parte no fue buena, lo sucedido en la segunda lejos de mejorarlo fue a peor. El Pontevedra no podía y el Alondras no se atrevía. Eso sí, si algún equipo hizo algo por buscar la victoria, aunque sin brillantez ni acierto, ese fue el granate. Así transcurrieron 35 minutos de este período final. Sin una soa jugada, sin un sólo disparo entre los tres palos de nadie. Bueno, en el caso del cuadro visitante, ni entre los tres palos ni fuera, simplemente parecían sentir una especie de alergia a pisar terreno contrario.
Pero en tardes así la superior calidad individual de algunos jugadores suele decantar la balanza y en eso el Pontevedra tiene hombres que están muy por encima que los de cualquier rival de esta categoría, uno de ellos, resulta casi innecesario decirlo, es Pablo Carnero. ÿl desatascó el partido aprovechando un magnífico servicio de Centrón, tras una llegada hasta la línea de fondo, con un primer centro rechazado por la defensa y un segundo que nace de la fe e intensidad con la que disputó el balón, para dejarle un remate franco a Pablo Carnero.
Quedaban diez minutos, más cuatro añadidos por delante. Los de Josiño Abalde carecieron de capacidad de respuesta y el Pontevedra pudo incluso ampliar la diferencia en el descuento. Lo evitó Martín mandando a corner un gran remate de Mouriño.
Al final manteo de sus compañeros y ovación para David Feito en su despedida, y liderato consolidado para un Pontevedra que se marcha de vacaciones con un regalo de Navidades en forma de campeonato de invierno, que será todo lo anecdótico que se quiera, pero siempre resulta gratificante.
PONTEVEDRA CF (2): Edu (1); Adrián (1), Campillo (3), Capi (2), David Feito (1); Tubo (0), Pedro García (2), Mouriño (2), Anxo (2); Pablo Carnero (3) y Jorge (0).
Sustituciones: Centrón (2) por Tubo, minuto 46. Benja (1) por Jorge, minuto 60. Jacobo (s.c.) por David Feito, minuto 74.
ALONDRAS CF (1): Martín (3); Rubén (1), Toni (1), Chichí (1), Castilla (1); Abel (2), Pablo Berros (1); Leiro (0), Mauro (2), Firi (0); y Gustavo Souto (1).
Sustituciones: Richi (0) por Leiro, minuto 55. Joni (0) por Mauro, minuto 66. Javi (s.c.) por Toni, minuto 73.
Árbitro: Fernando Formoso Sánchez (Ferrol), auxiliado en las bandas por José Antonio Rodríguez Dopico y Alberto Cinza Seoane. Amonestó a Anxo, Pablo Carnero y Mouriño, por el Pontevedra, y a Abel, Leiro y Gustavo Souto, por el Alondras.
Goles: (0-1) Minuto 21: Mauro. (1-1) Minuto 42: Pablo Carnero. (2-1) Minuto 80: Pablo Carnero.
Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón (Pontevedra). Unos 1.300 espectadores. Al finalizar el partido los jugadores del Pontevedra mantearon a su compañero David Feito, que jugaba su último partido con la camiseta granate y que terminó abrazándose con la afición del Fondo Norte. Se guardó un minuto de silencio en memoria del que fue portero granate Javier Gato, recientemente fallecido.