La era de Toni Otero como entrenador del Pontevedra Club de Fútbol ha comenzado con cambios en muchos de los aspectos que rodean a la primera plantilla granate.
Si la primera medida adoptada por Otero fue apartar al hasta hace unos días segundo entrenador, Sergio Moreira, para incorporar en su lugar a un hombre de su confianza como Jony Chavanel, ahora se ha hecho formal un nuevo cambio, el de poner tierra de por medio con los medios de comunicación que cubren la actualidad del equipo.
En su primera sesión, en la previa del duelo ante La Balona, se permitió a los periodistas presenciar solamente los primeros compases del entrenamiento, y este miércoles con el regreso al trabajo tras una jornada de descanso se ha dado un paso más.
El director deportivo y ahora también entrenador ha decidido blindar a la primera plantilla comunicando al club que no quiere a la prensa dentro de las instalaciones de trabajo, marcando distancia con lo que venía sucediendo en la etapa de Antonio Fernández.
Se trata de una decisión que no impide en todo caso seguir en directo las sesiones que habitualmente se desarrollan en el Complejo Municipal Manolo Barreiro de A Xunqueira dadas sus características abiertas hacia la Illa das Esculturas, pero que obligan a hacerlo desde el exterior del perímetro y que ponen de manifiesto cuanto menos las intenciones de Toni Otero.
Una medida que, en lugar de buscar unir fuerzas para escapar de una complicada situación como la que vive el equipo granate, supone una pequeña piedra más en la división que rodea actualmente al Pontevedra y que aleja un poco más si cabe al aficionado.
Donde no se esperan cambios es en la rueda de prensa semanal que el primer entrenador del equipo ofrece habitualmente dos días antes de cada jornada de liga.