Natalia García o cómo pasar la cuarentena concentrada con sus compañeras del equipo nacional de piragüismo

O Salnés
23 de marzo 2020

Con el cierre de la Residencia Blume, la palista del Breogán do Grove y sus compañeras en el Centro de Alto Rendimiento de la capital decidieron alquilar una casa en la sierra madrileña, lugar en el que les ha cogido el estado de alarma y dónde pasan juntas el confinamiento intentando no perder su estado de forma

Natalia García, entrenando en la casa de la sierra madrileña en la que está pasando el confinamiento
Natalia García, entrenando en la casa de la sierra madrileña en la que está pasando el confinamiento / Natalia García

De no ser por las restricciones del estado de alarma que impiden salir de casa y, por ejemplo, entrenarse en instalaciones al aire libre, el confinamiento de Natalia García podría parecerse a una concentración de pretemporada, aunque sin el agua en el que los piragüistas se sienten tan a gusto.

A la palista del Breogán do Grove la reclusión decretada por el Gobierno ante el avance del coronavirus la ha cogido en una casa en la sierra madrileña, muy cerca del embalse dónde suelen ejercitarse los componentes del equipo nacional de piragüismo, y acompañada de sus compañeras de fatigas en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de la capital.

"Se cerró la Blume el jueves de la semana pasada y vinimos para aquí porque todavía no había saltado el estado de alarma, para intentar seguir entrenando, pero pasaron los días y nos hemos visto en la situación de que no se podía remar y ya estábamos aquí", explica la deportista grovense.

Se refiere en concreto al cierre de la residencia de deportistas del CAR. Fue entonces cuando, los becados de piragüismo en la instalación nacional alquilaron sendas casas en la sierra. Por un lado se encuentran los chicos (Francisco Cubelos, Íñigo Peña, Pedro Vázquez, Pelayo Roza y Javier Hernanz) y por otro ellas, es decir, la propia Natalia García, Begoña Lazkano, Aida Bauzá, Isabel Contreras y Laia Pelachs.

Allí se han hecho fuertes equipando las viviendas con material de gimnasio, pesas y por supuesto ergómetros para simular el trabajo en el agua: "Fuimos un día antes de que ya no pudiéramos salir a coger las cosas. Disponemos de un par de ergómetros. Nos repartimos a lo largo del día para hacer cada una su entrenamiento y luego un poco de gimnasio, una bicicleta tenemos... Entrenamos como podemos", revela García.

En su caso, Natalia buscaba junto al equipo de kayak apurar sus opciones de clasificación para los Juegos de Tokyo en el preolímpico europeo, para el que debían buscar previamente plaza en el selectivo nacional. Ambas citas han sido ya canceladas, mientras que los Juegos están en el aire.

Natalia García: "Tenías una idea, estabas pensando en una competición y de repente todo eso que has hecho desde que empezó la temporada desaparece en cuestión de días"

"Nos ha pillado a casi un mes del selectivo, con todo preparado para llegar bien a ese momento y partir ya se vería. Tenías una idea, estabas pensando en una competición y de repente todo eso que has hecho desde que empezó la temporada desaparece en cuestión de días", reconoce la deportista grovense ante una situación que "tenemos que asumir, así que con ánimo al menos mientras no sepamos cómo va a quedar todo".

Por su puesto, cuando todo empeoró y se decretó el estado de alarma por su cabeza pasó por un momento abandonar la preparación y regresar con los suyos, pero le pudo la responsabilidad ya que "queríamos mantener mínimo 15 días cuarentena nuestra para asegurarnos que no teníamos nada y proteger la salud de nuestras familias". 

De momento, sin síntomas preocupantes ninguna de ellas, el deporte sigue centrando su día a día mientras esperan, más pronto que tarde, que todo pueda volver a la normalidad.