Dos goles de Mouriño, el segundo cuando el partido tocaba a su fin, permitieron al Pontevedra sumar su tercera victoria consecutiva a costa de un Atlético Astorga que fue mejor en el primer tiempo en el que se adelantó en el marcador, pero que resultó justamente superado en el segundo, en un partido con dos caras y merecido aunque sufrido triunfo granate.
La salida del Atlético Astorga fue toda una declaración de intenciones. Los de Álvaro García comenzaron con mayor intensidad, presionando muy arriba sobre la salida de balón, robando fácil y llegando con cierta comodidad a la zona de peligro. De hecho tardaron muy poco en disponer de la primera ocasión clara. No había transcurrido el primer minuto de juego cuando Ivi Vales ponía a prueba a Edu, que rechazó bien.
El equipo local no estaba cómodo en el campo. Los de Luisito tenían problemas para combinar y más aún para conectar con Borjas y Jandrín, que pasaron prácticamente desapercibidos durante muchos minutos. La primera aproximación seria se haría esperar, concretamente hasta el minuto 17, con un disparo lejano de Álex Fernández al que respondió Ricky adornándose.
Dos minutos más tarde un error de Capi en el despeje deja el balón en las botas de David Bandera. Su disparo desde la frontal salió desviado.
La jugada dio paso a unos minutos de tedio y aburrimiento. Los visitantes empezaron a acusar el esfuerzo, prefiriendo asegurar su parcela y buscar la llegada por el camino más corto: los balones largos en busca de la espalda de los centrales granates. Y la apuesta le salió redonda. Primero avisó y luego acertó.
Fueron dos jugadas similares con distinto final. En ambas un balón largo a la espalda de Campillo encuentra su destino. Roberto Puente. El delantero remata excesivamente cruzado (minuto 35), pero tres minutos más tarde la pincha para quedarse sólo ante Edu, al que fusila de cerca adelantando a un Atlético Astorga que hasta ese momento había sido mejor sobre el cesped.
Pero ese gol fue como un toque de campana que despertó por fin al Pontevedra. Los granates reaccionaron al castigo mostrando las virtudes que les caracterizan. Presión alta, ritmo de juego, velocidad en el movimiento de balón. Y las consecuencias no se hicieron esperar. Jacobo tuvo la más clara (minuto 41), pero mandó el balón alto.
Hasta que el árbitro, desastroso toda la tarde, decidió culminar su obra con su mayor desacierto, ignorando un penalti clamoroso, de libro, de Cristian, que barre a Jandrín (minuto 43), y que hubiese supuesto además la segunda amarilla y expulsión del lateral maragato. La bronca al colegiado madrileño al retirarse en el descanso, fue de las más sonoras de los últimos tiempos.
Pero si la primera parte, salvo los últimos cinco minutos, fue visitante, la segunda tuvo claro color granate. El Atlético Astorga daría su "canto del cisne" en la única acción de peligro (minuto 48), en un remate de cabeza de David Bandera que se marchó desviado. Luego comenzó el monólogo y el insistente acoso local.
Luisito daría entrada a Pablo Carnero, retirando a Capi, que tenía una tarjeta, para protegerle, retrasando a Kevin Presa a la posición de central para situar a Mouriño por dentro. Sería clave. En esa posición, minuto 52, Mouriño conecta un disparo lejano, duro y ajustado, que se le escapa entre las manos al portero Ricky.
El Pontevedra tocó a rebato. Con un Astorga, que en la primera mitad movió el balón con criterio, incapaz de hilvanar dos pases, encomendando su suerte a poblar su defensa o una acción aislada de Roberto Puente, los granates comenzaron a acumular llegadas y ocasiones.
Primero la tuvo Pablo Carnero, tras una gran pared con Borjas. La mandó alta. Luego Mouriño a pase también de Borjas. Le pegó mordido y el balón se marchó fuera. A continuación sería Kevin Presa (minuto 81) en una falta ensayada a pase de Mouriño. La cepa del poste repelió su disparo, con Ricky batido.
Pero los locales no se desanimaron y encontraron el justo premio a su insistencia cuando el partido agonizaba. Fue tras una gran jugada de Pedro García (minuto 88), que cedió en el interior del área para que Mouriño golpease raso y seco junto al poste, imposible para el portero visitante.
Ni los cinco minutos de descuento pusieron en riesgo la justa victoria de un Pontevedra que redimió en la segunda mitad sus pecados de la primera.
PONTEVEDRA CF (2): Edu; Adrián, Campillo, Capi (Pablo Carnero, minuto 49), Verdú; Kevin Presa, Álex Fernández; Jandrín (Anxo, minuto 86), Mouriño, Jacobo (Pedro García, minuto 65); y Borjas.
ATLÉTICO ASTORGA FC (1): Ricky; Manu, Víctor, David Uña, Cristian (Lago, minuto 70); Saúl (Víctor Andrés, minuto 65), Porfirio; Diego (Marcos, minuto 75), David Bandera, Ivi Vales; y Roberto Puente.
Árbitro: Pedro Eugenio Muñoz Piedra (Madrid), auxiliado en las bandas por Christian Ibáñez Gutiérrez y Alberto Fuentes Fernández. Amonestó a Capi, Mouriño, Borjas y Álex Fernández, por el Pontevedra, y a Cristian, Manu, Víctor y David Uña, por el Atlético Astorga. Expulsó al entrenador visitante, Álvaro García, a instancias del asistente, por protestar (minuto 80).
Goles: (0-1) Minuto 38: Roberto Puente. (1-1) Minuto 52: Mouriño. (2-1) Minuto 88: Mouriño.
Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón. Unos 2.000 espectadores.