Lydia Pérez, con los Juegos Olímpicos entre ceja y ceja: "El único camino es persistir. Si no es en París será en Los Ángeles"

Pontevedra
24 de marzo 2022

A pocos días de afrontar el Campeonato de Europa Absoluto de Luchas Olímpicas en Budapest, la deportista pontevedresa recibe a PontevedraViva para charlar sobre su preparación y sus próximos objetivos. Entre ellos destaca casi una obsesión, la de convertirse en olímpica y lograrlo entrenando desde casa, en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva

Lydia Pérez Touriño, en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva Mónica Patxot

A sus 25 años Lydia Pérez Touriño tiene una obsesión en la cabeza, convertirse en una deportista olímpica. Con ese sueño trabaja a diario en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva (CGTD) de Pontevedra. Lo intentó hasta el último día en la carrera hacia Tokyo, pero consciente de que su momento realmente se acerca en el nuevo ciclo con París 2024 en el horizonte.

En medio de su preparación y a pocos días de afrontar el Campeonato de Europa Absoluto de Luchas Olímpicas en Budapest, la deportista pontevedresa ha recibido a PontevedraViva en su lugar de entrenamiento para charlar sobre su preparación y sus próximos objetivos. 

"¿Había posibilidades de Tokyo? Sí, haber las había pero era muy difícil siendo realistas", señala antes de reconocer que ha cogido con muchas ganas y "buenas sensaciones" el ciclo hacia los Juegos de 2024. "Te das cuenta y ya están ahí encima, te motiva a seguir verlo tan cerca. Estoy con muchas ganas, vamos a intentar estar ahí", afirma con decisión.

Lydia ha recorrido media Europa con concentraciones de entrenamiento buscando rivales de entidad que la ayuden a crecer, compartiendo sesiones con medallistas mundiales u olímpicas. Todo ello le hace pensar que "creo que el nivel sí que lo tengo, el problema es que hay que llegar allí, tener el día, hay que creérselo. Son muchos factores que ese día tienen que salir todos bien. ¿Que es posible? Sí, yo sé que es posible y por eso es una motivación seguir intentándolo, pero también sé que es difícil y que ese día no puedes tener ninguna duda", explica.

Sin embargo tras esas estancias regresa a casa para seguir preparándose con su entrenador de toda la vida, Marcos Miragaya (Club Loita Pontevedra). "Por un lado está bien viajar a fuera pero también se está mejor en casa. Lo he hablado muchas veces con Marcos, al final él me conoce, cuando no puedo más me dice, oye venga que sí que puedes... y después tienes compañeros. Hace poco estuve en Suecia y no tenía mucha gente para entrenar, y en casa entrenan para mí, me ayudan. Al final estar en casa tiene sus ventajas", asegura.

Para motivarse tiene claros dos ejemplos de mujeres, ambas medallistas olímpicas, que lograron su sueño preparándose en su tierra. Por un lado está una Teresa Portela a la que ve de cerca en el CGTD y "es una puta máquina, todos los días dando el callo y la tía sigue y yo creo que tiene idea de llegar a Los Ángeles. Es increíble y un ejemplo a seguir". También está la figura de Maider Unda, luchadora vasca que tocó la gloria con 35 años en Londres 2012 consiguiendo una medalla de bronce histórica para su deporte a nivel nacional. "Ver que consiguió eso te hace decir que yo también lo puedo hacer, que es posible. Al final es elegir un camino y seguirlo hasta el final, hasta las últimas consecuencias", defiende con convicción.

Por lo de pronto Lydia Pérez espera poder lograr un buen resultado en el próximo Europeo (del 28 de marzo al 4 de abril en Hungría), una cita marcada por la ausencia de deportistas de tres potencias en el mundo de la lucha como Ucrania, Rusia y Bielorrusia debido a la guerra. "Las tres son potencias en Europa increíbles, se va a notar un montón que no están", asegura, pero prefiere centrarse en su rendimiento porque "tengo ganas de medirme y ver en qué nivel estoy con el resto de chicas de Europa en mi peso".

Después vendrán esta misma temporada competiciones como los Juegos del Mediterráneo o el Campeonato del Mundo, citas para seguir creciendo antes de que en 2023 se empiecen a repartir las primeras plazas para París. Son 16 los puestos olímpicos que se repartirán entre el Mundial de ese año (5 plazas) el preolímpico continental (dos plazas para Europa) y una repesca final (2 plazas).

Esa es la hoja de ruta, pero la luchadora pontevedresa tiene claro que "el único camino es persistir", por eso ya avanza que "ya os digo que si no es en París será en Los Ángeles. De momento mientras me aguante el cuerpo lo seguiré intentando". Palabra de campeona.