Lupe Murillo se queda cinco años más

Pontevedra
13 de abril 2021

La presidenta del Pontevedra renueva su cargo para el próximo lustro consciente de la mala situación deportiva que atraviesa el equipo. Se reafirma en su objetivo de hacer crecer al club pero pide la unión de toda la ciudad porque "aún queda mucho por hacer" y porque "o vamos todos unidos o el Pontevedra no tiene futuro".

Junta general de accionistas del Pontevedra CF SAD
Junta general de accionistas del Pontevedra CF SAD / Mónica Patxot

Uno de los puntos más destacados del orden del día de la junta general de accionistas que el Pontevedra CF SAD ha celebrado este lunes en el Pazo da Cultura era el cese por cumplimiento de mandato de la presidenta de la entidad Lupe Murillo. La mandataria, que controla la mayoría del accionariado del club, ha conseguido los apoyos necesarios para renovar su puesto en el consejo de administración no sin antes pronunciar un emotivo discurso, defender la gestión de su equipo, expresar su malestar por las críticas y prometer un junta de accionistas monográfica para hablar únicamente de la situación deportiva de la entidad. 

Después de aprobar las cuentas del último ejercicio y el actual presupuesto, tomó la palabra la mandataria granate para realizar balance de sus siete años al frente de la entidad, a la que accedió para relevar a un consejero saliente para, dos años más tarde, ser elegida presidenta por el consejo de admisnitración. Un cargo que ahora ha renovado para el siguiente lustro. 

En su alocución, Murillo defendió la actual planificación de la plantilla en un escenario de "caos" por el reajuste de una categoría al que el Pontevedra se ha posicionado en contra. "Aun así hemos hecho una plantilla ilusionante", insiste la mandataria haciendo alusión a decenas de titulares de toda la prensa española en los que se recogía que el cuadro granate tenía la "mejor delantera de la categoría". 

Defendió también su gestión económica. "Jamás dejaré un euro más de deuda de lo que me encontré", promete mientras alegaba que a lo largo de su mandato los abonos apenas han variado de precio ni se han realizado grandes "alardes" económicos.

De los últimos cinco años dijo Murillo, con la voz entrecortada y esforzándose para contener unas lágrimas que no pudo reprimir al agradecer el trabajo de sus consejeros, que "fueron duros pero gratificantes" y que "todavía queda mucho por hacer".

Un ejercicio de autocrítica que hizo extensivo también al accionariado y a la propia ciudad. "El Pontevedra no tiene ciudad deportiva porque en Pontevedra no hay ilusión por nada", recriminó en lo que, matizó, "es una crítica hacia nosotros". "O vamos todos unidos o el Pontevedra no tiene futuro", sentenció antes de dar la voz a los accionistas en un largo turno de ruegos y preguntas en el que Murillo aceptó quejas por la política de comunicación del club, por los profundos cambios en la plantilla temporada tras temporada, por fallar en la elección de los entrenadores o incluso por insistir en su objetivo de llevar al Pontevedra de vuelta al fútbol profesional. 

En este intercambio de reproches e impresiones, hubo también lugar para uno de los miembros más críticos del consejo de adminitración. Jose Luís Uhía, más conocido en el mundo del fútbol gallego como Piscis, respondió a una accionista que le preguntaba si conocía el significado de ser consejero y sobre su labor a lo largo del último año en el cargo en favor de la sociedad. 

"Estoy aquí para que el club sea mejor, porque puede serlo", dijo después de declarar su amor incondicional por la entidad de Pasarón. Aseguró también que en los últimos meses ha llamado a muchas puertas para "pedir dinero por el Pontevedra" pero que lo que ha recibido han sido portazos, zanjó.