El Arosa se reencontró este domingo con la victoria después de vencer con un gol de Luismi al Navalcarnero en A Lomba. Un día especial en el que el equipo estrenó la camiseta rosa y blanca con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama y que pondrán a la venta por 40 euros para recaudar fondos para ADICAM. Representantes de la asociación realizaron el saque de honor antes del partido.
Comenzó el duelo con ambos equipos tanteándose y adaptándose a un terreno de juego que estaba encharcado por la lluvia, que no dio tregua en ningún momento y además lleno de agujeros, dificultando los desplazamientos de balón.
El Navalcarnero insistió de manera aislada en los primeros 10 minutos, pero a partir de ahí, el Arosa dio un aviso tras un robo a tres cuartos de campo y su posterior transición rápida que finalizó con un remate de Luismi que paró Aitor.
Sin embargo, después de la llegada arlequinada, volvió el asedio madrileño sobre la portería de Manu Táboas, que se empezaba a encontrar en aprietos y tenía que salvar los muebles a su equipo, sobre todo después de un error defensivo que acabó en un centro desde la izquierda que remató Sergio Navarro.
Era el Arosa el que menos cómodo se encontraba sobre el verde. Intentaba empezar a jugar desde atrás pero el nivel defensivo del Navalcarnero estaba siendo superior y enseguida recuperaban el esférico.
Frutrados los jugadores locales, fueron capaces de dar un paso adelante para dominar pasada la medianía del primer acto, pero los amarillos, bien cerrados atrás, despejaban cada envío del Arosa.
Probó Cotilla desde lejos con un disparo que tenía muy buena intención y un defensor envió a córner. Fue ahí cuando Mon, que tiene un guante en sus botas, puso el esférico en el primer palo, donde estaba Luismi. El jugador local ganó la posición a su oponente y con un buen movimiento de cabeza remató al interior de las mallas de Aitor, haciendo el 1-0. Si bien después del gol llegaron los mejores para ambos conjuntos, el marcador no se movió.
Tras el paso por los vestuarios salió mejor el equipo de Jorge Otero, que robaba y combinaba sin asumir riesgos que le hicieran peligrar los tres puntos y buscando cuando podía a Luismi, muy activo en el área rival y que tuvo en sus botas las cuatro mejores ocasiones de los suyos.
Con el paso de los minutos el ritmo bajó y se empezó a notar el cansancio en las piernas de los jugadores, pero el Arosa tenía el control en el partido aunque no en las decisiones del colegiado, que tenía fichado a Pedro Beda y al que sacaba de quicio con sus decisiones desde el pitido inicial. Aun así, el nueve vilagarcián hizo todo lo que pudo peleando todos los balones y manteniendo el esférico lo más lejos posible de su portería.
Sin embargo, a pesar de tener dominado el duelo, los locales vieron peligrar el resultado. Primero en el minuto 72 tras un buen remate de Mendes que se estrelló en un defensor y, a falta de cinco minutos para la conclusión, Fratelli intentó superar a Manu Táboas en un mano a mano, pero fue el guardameta el que ganó la partida, manteniendo la portería a cero hasta el final y sumando tres puntos muy valiosos que le permiten al Arosa coger confianza de cara al próximo enfrentamiento.