"Si somos las mejores, ¿por qué no se nos trata mejor o se nos da más bombo?, ¿por qué esa desigualdad?". Es la reivindicación pronunciada por Luci Gómez, jugadora del Poio Pescamar, y que comparten sus compañeras Silvia Aguete y Ale de Paz, del Marín Futsal, con las que acaban de proclamarse por tercera vez consecutiva (segunda para Ale) campeonas de Europa de fútbol sala.
"El deporte femenino está en auge", declaró esta mañana de jueves la ciclista del Farto Pilar Jiménez en el acto de reconocimiento organizado en la Deputación a los clubes profesionales femeninos de la provincia. Sin embargo, las desigualdades con el deporte masculino siguen al orden del día.
Una de las más flagrantes se da a nivel de organización de competiciones internacionales. La Eurocopa que acaba de levantar España por tercer año consecutivo solo tiene tres años de antigüedad, mientras que el mundial lleva años proyectado y todavía no se sabe cuándo se celebrará su primera edición. "Ojalá supiéramos por qué no se hace un mundial como el masculino. También teníamos la frustración de que no se hacían competiciones oficiales hasta que nos llegó el Europeo hace tres años, antes solo jugábamos torneos oficiosos, pero para nosotras tenían el mismo valor", reivindica Silvia Aguete.
Aunque se alegran de la organización oficial de una Eurocopa, son conscientes de que la competición tiene un amplio margen de crecimiento. "Ahora tenemos una competición oficial, pero es verdad que puede mejorarse y ampliarse con más equipos", añade la que fue nombrada mejor portera del mundo sobre una Eurocopa en la que solo han participado cuatro selecciones.
Sobre la celebración del mundial no ocultan su escepticismo. "Seguimos a la espera, lo anunciaron en diciembre pero no sabemos más. Tenemos muchas ganas de que llegue, pero no sabemos de quién depende ni cuándo va a ser", reconoció Aguete.
No solo en el ámbito internacional hay desigualdades con sus compañeros. "Se nota que nosotras, siendo de equipos de Primera Division, somos menos conocidas que equipos masculinos de Segunda o de categorías inferiores", añadió Luci Gómez. También la cobertura mediática es desigual, "cuando ellos van a otros países a jugar, aunque sean amistosos, se ve que la desigualdad está", lamenta Ale de Paz.
Al margen de estas necesarias reivindicaciones, Silvia, Ale y Luci no pueden ocultar su orgullo por el nuevo éxito conseguido. "Estamos muy contentas y es un orgullo representar al país. Estamos haciendo historia y hemos creado un grupo que es más que un equipo", confiesa Ale de Paz. En la misma línea se pronuncia Luci Gómez, "somos un grupo en el que jugamos 14, pero somos muchas más las que vamos entrando y saliendo. Somos un grupo muy sólido y esté quien esté vamos a dar el 200 % en la pista siempre".
Y esta Selección no tiene techo. "El listón está muy alto", reconoce Silvia Aguete poniendo la vista en el próximo reto. "Estamos pendientes del mundial, si sale pronto sería una meta preciosa porque la próxima Eurocopa es dentro de dos años", señala al guardameta del Marín Futsal.
Sin embargo, ahora la atención vuelve a la competición doméstica en la que tanto Poio Pescamar como Marín Futsal tienen mucho en juego. Las rojillas sueñan con alzarse por primera vez con el título de liga. "El parón vino bien para desconectar y descansar los fines de semana, pero ya tenemos muchas ganas de volver con el club y acabar lo mejor posible la temporada", apunta Gómez.
Mientras que el cuadro de A Raña está centrado en la Copa Xunta y en la Copa de la Reina. "Ahora viene lo mejor, nos jugamos las competiciones más serias con la final de Copa Xunta y final a ocho de la Copa de la Reina", se marca Silvia Aguete.