El Rápido de Bouzas y sus particulares técnicas de motivación se cruzan esta semana en el camino del Pontevedra Club de Fútbol y en su objetivo de progresar hacia la zona noble de la clasificación.
Ya la pasada campaña el cuadro vigués llamó la atención dentro de su espectacular trayectoria, que estuvo cerca de meterle en el play-off de ascenso a Segunda División, por las primas ofrecidas por su presidente, Manolo Seoane.
Así, los futbolistas del Rápido fueron agraciados en su momento con un jamón por cabeza por su empate ante el líder, el Fuenlabrada, o con una caja de langostinos por el resultado obtenido ante el Real Madrid Castilla.
Ahora la situación en los aurinegros es muy diferente, metidos en la zona de descenso tras un irregular inicio de liga que se cobró incluso la cabeza de Jorge Otero en el banquillo, pero las técnicas de motivación permanecen intactas.
Ahora, con Míchel Alonso al frente del equipo y en plena reacción (1 derrota en los últimos 6 encuentros) para ponerse con 10 puntos en la tabla (a 5 del play-out), el presidente de los vigueses ha vuelto a recurrir a los incentivos para intentar salir del pozo.
Lo hizo la pasada semana ante el Unión Adarve (1-1) con la bautizada como 'Operación Centollo', una idea que tendrá continuidad en la visita del Pontevedra al Baltasar Pujales. Si el Rápido de Bouzas vence a los granates, cada jugador recibirá un ejemplar de este marisco, aprovechando que nos encontramos en plena temporada de extracción. Un extra de motivación que deberán superar los de Luismi si quieren obtener su segunda victoria consecutiva en liga.