En los últimos días la enfermería del Pontevedra Club de Fútbol ha sumado un nuevo inquilino con Oier Calvillo.
El extremo se cayó a última hora de la convocatoria para viajar a Langreo tras presentarse en el último entrenamiento de la semana con molestias musculares en el cuádriceps.
"Tiene una pequeña microrrotura y estará de baja dos o tres semanas", confirmó en la rueda de prensa posterior al choque el entrenador granate Ángel Rodríguez.
De esta forma Oier se suma a una lista de bajas en la que se mantienen Rufo, Romay y el canterano Iñaki además del sancionado Churre, que se perderá el próximo partido.
El horizonte para Calvillo es poder estar a punto en la primera jornada del año, en la visita el 9 de enero a Pasarón del Palencia Cristo Atlético, perdiéndose por lo tanto el duelo de este fin de semana en casa contra el Ceares y el previsto en Salamanca el 19 de diciembre.
El objetivo en el Pontevedra es llegar a ese primer partido de 2022 con la enfermería sino vacía sí casi al completo.
El que más fácil lo tiene es Romay, que este miércoles tiene previsto reincorporarse al trabajo de grupo tras un par de semanas parado por una microrrotura muscular. El de Malpica tiene complicado volver contra el Ceares ante la intención del técnico de no arriesgar una recaída con ningún futbolista dada la buena dinámica del equipo, pero sí podría estar disponible de ser necesario para la última jornada del año en Salamanca.
También Rufo encara la fase final de recuperación de su lesión de tobillo, siendo la meta puesta por el club que llegue en perfectas condiciones al inicio de la segunda y decisiva vuelta del campeonato.