Justo triunfo del Pontevedra (1-0) sobre un Cerceda que no expone ni inquieta

Pontevedra
17 de mayo 2015

Partido de trámite y justa victoria del Pontevedra sobre el Cerceda en la despedida liguera. Después de una primera parte para olvidar, los granates fueron mejores, e incluso pudieron marcar algún gol más, ante un rival timorato, que no creó juego ni ocasiones, ni tampoco tuvo capacidad de reacción tras el gol conseguido por Campillo

El Cerceda hace pasillo de campeón al Pontevedra en su salida al campo Diego Torrado

Partido de trámite y justa victoria del Pontevedra sobre el Cerceda en la despedida liguera. Después de una primera parte para olvidar, los granates fueron mejores, e incluso pudieron marcar algún gol más, ante un rival timorato, que no creó juego ni ocasiones, ni tampoco tuvo capacidad de reacción tras el gol conseguido por Campillo.

Capi, Jacobo, Tubo, Jorge Rodríguez y Pablo, para protegerles de las tarjetas, Centrón y Benja con problemas físicos. Siete bajas para afrontar el partido que cerraba la temporada regular. El rival era nada menos que el Cerceda, que se jugaba la posibilidad de ceder la tercera plaza al Choco.

Si a ello añadimos el calor de una tarde más veraniega que primaveral, fueron factores que convirtieron un partido atractivo sobre el papel en un compromiso molesto y de escaso interés para el aficionado. Eso tuvo reflejo en la pobre asistencia que registraron las gradas, con afición y equipo pendientes de lo que el sorteo depare este lunes como obstáculo a superar para conseguir el ascenso.

Luisito echó mano de lo que le quedaba, completando el equipo con jugadores del filial y juvenil. Claro que no se renunciaba a cerrar la liga con victoria, pero siempre sin asumir más riesgos que los justos. De hecho el once inicial estaba formado por jugadores que perfectamente podrían actuar en cualquier partido de liga.

Los de José Luis Lemos reservaron menos. Necesitaban un punto para asegurarse el tercer puesto, pero dieron la impresión de salir con el pie fuera del acelerador, confiando en su defensa y en la baja intensidad de un partido que a ambos equipos les venía bien, para terminar con el mínimo desgaste.

Con estas premisas, el partido tenía todas las trazas de un armisticio, con la polvora en salvas y ausencia total de metralla. Tanto fue así que el primer y único disparo a puerta en toda la primera parte llegó superada la media hora de juego. Lo hizo Cano y de una forma más bien tímida que no puso en apuro alguno a Lloves.

Lo demás fue un peloteo insustancial en la zona ancha, con un continuo ir y venir que moría de forma sistemática a diez metros de las respectivas áreas. El Pontevedra ensayó dos veces el disparo, ambas por medio de Álvaro Muñiz, con el balón saliendo desviado a más de 20 metros de portería. Otra de Mouriño, que se encontró un balón regalado por los centrales visitantes para mandarlo al banderín de corner (minuto 44).

En medio del aburrimiento y bostezo general se llegó al descanso. Con unas tremendas ganas por parte de todos, incluidos los protagonistas, de que aquello llegase el final. Y es que el fútbol, cuando no hay nada en juego, pierde la mayor parte de su encanto.

Luisito modificó el posicionamiento de sus hombres al comienzo de la segunda parte. Con la entrada de Pedro García, Kevin Presa pasó a ser central, Bruno lateral, adelantó a Anxo, pasando a Fran Fandiño a la banda derecha. Y se rompieron las hostilidades. Como las noticias que llegaban de Ribadumia, con la victoria del cuadro local sobre el Choco tranquilizaban al Cerceda, el juego se hizo más alegre, con más llegadas a las áreas y mayor ritmo.

El primer aviso lo dio Fran Fandiño, minuto 50, rematando de cabeza alto un buen centro de Adrián. El siguiente fue de Pablo Carnero, también de cabeza a centro de Anxo, minuto 61. Lo detuvo Diego. Y a la tercera fue la vencida. Tomás puso un magnífico centro, minuto 65, tras el rechace defensivo a la salida de un corner. Campillo remató inapelable, de cabeza en plancha.

La falta de reacción del Cerceda permitió al Pontevedra llevar las riendas hasta el final para terminar venciendo sin agobios e incluso con ocasiones para aumentar la cuenta, especialmente en un remate de Campillo, minuto 85, que rechazó con apuros Diego.

PONTEVEDRA CF (1): Lloves (1); Adrián (2), Campillo (2), Bruno (2), Anxo (2); Kevin Presa (2); Álvaro Muñiz (1), Tomás (2), Mouriño (2), Fran Fandiño (1); y Pablo Carnero (2).

Sustituciones: Pedro García (2) por Álvaro Muñiz, minuto 46. Agus (2) por Fran Fandiño, minuto 58. Nacho (s.c.) por Anxo, minuto 89.

CCD CERCEDA (0): Diego (1); Noé (1), Angeriz (1), Adrián (1), Juan Pérez (1); Pablo Rubio (1), Granada (1); Martín (1), Herbert (1), Cano (1); y Brais Abelenda (1).

Sustituciones: Marcos Caridad (1) por Adrián, minuto 55. Agulló (1) por Angeriz, minuto 66. Dani (s.c.) por Cano, minuto 74.

Árbitro: Julio José Martínez Barral (Santiago), auxiliado en las bandas por Nicolás Elespe Tireux y Adrián Casal Barreiro. Amonestó a Pedro García y Pablo Carnero, por el Pontevedra, y a Noé y Martín, por el Cerceda.

Goles: (1-0) Minuto 65: Campillo.

Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón (Pontevedra). Unos 1.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Luis Balea, exjugador granate que formó parte de la plantilla que consiguió el primer ascenso del Pontevedra a segunda división, en La Puentecilla, en el año 1960. El Cerceda rindió homenaje como campeón de liga al Pontevedra, haciendo pasillo a los jugadores granates en su salida al terreno de juego.