Pasan los día y pasan las semanas y lo que comenzó como un cierre simbólico del campo de tiro de Cernadiñas Novas se prolonga sin remedio, afectando a la preparación de una de las grandes bazas del deporte pontevedrés y gallego para los próximos Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024, Juan Antonio Saavedra.
El doble medallista paralímpico en tiro (plata en Londres 2012 y bronce en Tokyo 2021) lleva ya casi dos meses sin poder utilizar su habitual lugar de entrenamiento. Por ello "estoy yendo a entrenar a Ourense. Es un poco lío, porque tengo que hacer 200 kilómetros cada vez que quiero entrenar", afirma el pontevedrés.
"La solución depende de quién depende, de la Xunta y los comuneros, a ver qué pasa", se limita a comentar sobre la negociación que mantienen para el pago de un canon que regularice la cesión de los terrenos comunales.
Tras el cierre de Cernadiñas Novas se movió rápido para preparar en las mejores condiciones la Copa del Mundo de Nueva Delhi, en la que consiguió la medalla de oro. Lo hizo buscando un 'training camp' en Suíza y con una concentración en Madrid, pero es una situación que "a largo plazo es muy complicado de mantener", asegura.
"No depende de mí, de mí depende entrenar y buscarme las castañas a ver dónde puedo entrenar, pero esto cambia toda la planificación que tenía hecha", reconoce, y es que con la clasificación para París 2024 en el bolsillo se plantea ahora cuál es la mejor manera de llegar a la cita. "En principio la idea era ir a la Copa del Mundo de Korea, pero estamos planteando a ver si vamos o no. Tenemos el Europeo en Granada y seguramente un par de entrenamientos más, uno en Italia seguro, otro probablemente en Gibraltar con el equipo inglés y estamos buscando a ver si podemos hacer alguno en Alemania o en Francia", explica Saavedra.
"Está claro que no es lo mismo tenerlo a 5 minutos de casa, aparte del desembolso económico que supone", enfatiza.
Una situación en todo caso que no le hace perder el optimismo, y es que "ahora mismo estoy en un buen momento. La idea es hacer las cosas bien para cuando llegue París estar incluso mejor". Serán unos meses de duro trabajo, pero con una meta muy clara porque "el objetivo es meterme en una final en París, y después ahí ya a cara de perro". Lo dice pensando, aunque sin expresarlo en alto, en la que sería su tercera medalla olímpica.