Parecía que estaba todo perdido cuando Colombia anotó el 0-2 en el minuto 52, pero el combinado nacional de fútbol femenino se sobrepuso con los goles de Jenni Hermoso y de Irene Paredes para ganar finalmente por 4-2 en la tanda de penaltis. Una de las jugadoras clave del partido volvió a ser la pontevedresa Tere Abelleira, que entró en el minuto 72 para dar un lavado de cara al juego del equipo y obrar la remontada.
Salma Paralluelo protagonizó la primera ocasión del partido con un disparo potente que Tapia despejó sin moverse. Colombia respondió con Mayra quien avisó con un contragolpe que frenó Aleixandri con un placaje. Poco después, la ex del Levante sentenció en una jugada que arrancó con una posible falta sobre Alexia en la medular que el VAR revisó, y en la que la ariete colombiana se anticipó a Paredes para batir por bajo a Cata.
España necesitaba reaccionar, pero no encontraba los medios para conseguirlo. Pavi estrelló un disparo en el palo y Tapia volvió a evitar un gol al atajar una volea de Aitana tras un centro desde la izquierda de Mariona.
Con el marcador a favor Colombia sembró el campo de minas y empezó a perder tiempo fingiendo lesiones y saliendo a la contra con Mayra.
Después del paso por los vestuarios no cambió el guión y España probó con dos disparos desde fuera del área de Aitana antes de que llegara el segundo tanto de Colombia. Contragolpe liderado por Caicedo, Cata rechazó el disparo y Santos, anticipándose a Paredes en el rechace, mandó el balón a la red.
Montse Tomé cambió el sistema de juego y agitó el banquillo. Entraron Tere, Jenni y Alba y pasó a jugar con defensa de tres, mientras el técnico de Colombia reforzaba el medio para contener el resultado. Mayra volvió a asustar al combinado nacional con otros dos contragolpes y Jenni, a diez minutos para el final, aprovechó un rechace de Tapi tras centro de Eva Navarro para recortar diferencias.
España se vino arriba con buenas combinaciones lideradas por Tere Abelleira y el combinado cafetero siguió perdiendo. El conjunto arbitral descontó diez minutos en el segundo acto e Irene Paredes, en el 97, obró el milagro rematando un centro de Salma.
El acoso español continuó durante la prórroga y las jugadoras volvieron a creer. Irene volvió a tenerla en un cabezazo que se fue fuera por muy poco, pero el marcador no se volvió a mover y el partido se fue a los penaltis. La lotería de la suerte (y también de la fe) cayó del lado de las campeonas del mundo y no fallaron ninguno (4-2), logrando el billete para las semifinales de los Juegos Olímpicos de París 2024.