Sólo un escalón separa de nuevo al Pontevedra de la Segunda División B, una eliminatoria que le enfrentará al Club Haro Deportivo, cuarto clasificado del grupo riojano.
Se trata de un rival humilde pero que se ha ganado el respeto de sus rivales tras eliminar en primera ronda al Caudal de Mieres, por penaltis tras dos empates sin goles, y especialmente tras superar a uno de los grandes favoritos al ascenso, el Club Deportivo Castellón, al que ganó en la ida por 2-1 cediendo en la vuelta por el mismo resultado. La eliminatoria se decidió también desde los once metros.
El Haro es un club centenario, efeméride que celebra precisamente esta temporada, y que es ya un clásico del play-off al ser esta su décima fase de ascenso consecutiva a Segunda B, categoría en la que sólo ha jugado un año (2004/2005).
Club de una localidad de cercad e 12.000 habitantes, juega sus partidos en el Estadio Municipal El Mazo, una instalación moderna, inaugurada en 2004 y capacidad para 4.300 espectadores en una sóla grada lateral.
El terreno de juego, de considerables dimensiones con 115x70 metros, está rodeado de una pista de atletismo y es de césped artificial, que sustituyó el pasado verano el tapete natural con el que fue estrenado.
En lo deportivo destaca la solidez defensiva del equipo desde la llegada al banquillo de David Ochoa, que recogió el testigo del cesado Iñaki Pacheco en el mes de enero. Desde ese momento el conjunto blanquinegro sólo encajó seis goles en liga, a los que hay que sumar los tres que le marcó el Castellón en el play-off.
A nivel atacante las cifras están muy repartidas entre varios futbolistas, destacando en la faceta goleadora el delantero Txutxi con 16 dianas, a pesar de que no vio puerta en la segunda vuelta, y también el defensa Óscar Liébana, que ha marcado 13 goles.
En relación a las bajas, el cuadro riojano no podrá contar en la ida por sanción con dos de sus futbolistas, Antón y Arpón, el primero tras ser expulsado el pasado domingo y el segundo por acumulación de amonestaciones.