"Una situación inédita". Así introdujo el director general del Pontevedra, Marcos del Río, el asunto de la rueda de prensa convocada para este mediodía en Pasarón. El tema a tratar era el regreso de Libasse Gueye a Pontevedra después de dos meses de ausencia injustificada para solicitar su reincorporación al equipo.
Sin embargo, su vuelta a los entrenamientos no está ni mucho menos asegurada. En primer lugar, el senegalés tendrá que verse las caras este miércoles con los que todavía son sus compañeros, de los que entiende que estén enfadados y a los que ofrecerá explicaciones y les pedirá perdón. Un día después, habrá otra nueva cumbre en Pasarón entre la directiva granate y el agente del futbolista para tomar una decisión definitiva, que puede pasar desde la reincorporación a la normal dinámica del grupo o hasta la rescisión del contrato.
Asimismo, el club le ha impuesto una sanción económica que el jugador acepta pero cuya cantidad han declinado desvelar ambas partes, así como la apertura de un expediente disciplinario que será negociado en la reunión del jueves entre la directiva y el representante de Libasse Guèye.
Tras la presentación del director general, tomó la palabra Guèye que, al no dominar todavía el idioma español, se apoyó en una intérprete para dar su discurso y responder las preguntas de los periodistas.
Antes de explicar por qué actuó de esa forma, el atacante declaró que "deseo quedarme en el Pontevedra". Sobre los motivos que lo llevaron a no volver a la ciudad tras las vacaciones de Navidad, explicó que había hablado con la presidenta para decirle que "quería jugar o que en enero quería ser transferido a otro equipo porque el entrenador que tenían entonces no quería que jugase", tradujo su intérprete.
Ahora, la situación ha cambiado y ha decidido volver a Pasarón. "La presidenta y su agente han estado hablando, no hay un acuerdo concreto pero a él le gustaría quedarse aquí y volver a jugar", añadió.
También se mostró comprensivo por que sus compañeros y la afición se puedan haber sentido ofendidos por su forma de actuar. "Me gustaría disculparme con la afición y mis compañeros", dijo agradeciendo el apoyo que le han brindado especialmente jugadores como Charles, Rufo. Álex o Soto. "Me han ayudado mucho cuando yo no estaba bien aquí", añadió.
También es consciente Libasse Guèye de que no ha actuado de forma correcta. "Tenía que haber venido aquí y negociar con el club y decir lo que no me gustaba y no quedarme en Senegal. Eso ha sido un error", confesó. Aunque no fue el motivo principal de su fuga, insiste en que la expedición del visado, que caducaba el 2 de enero, también ha tenido cierta influencia en su retraso.
Fue cuando estaba dando explicaciones sobre cuando decidió dejar el Pontevedra de forma unilateral, cuando Marcos del Río matizó sus palabras. Aseguró Guèye que la decisión la tenía tomada antes del partido de Copa del Rey contra el Tenerife porque él quería jugar más o que lo transfiriesen a otro equipo. "El club no recibe aviso del jugador de que no tiene intención de volver. En enero nos encontramos con el hecho, pero no antes", puntualizó el directivo, quien sí reconoce conocer el descontento del jugador por no disponer de los minutos de juego que él creía merecer.
"Que mi agente solucione la situación", expresó el senegalés, quien se justificó diciendo que "lo que yo quería era jugar o encontrar un club donde jugar, pero cada jugador tiene su agente para defender sus intereses y hablar en su lugar".
En la resolución del conflicto, tanto el Pontevedra como el propio vestuario tienen mucho que decir. "Ambas partes negociarán, el jugador tiene su ficha y mañana se tiene que reincorporar a los entrenamientos. El jueves se resolverá el expediente para cerrarlo en un sentido u otro, siempre velando por los intereses del club", dijo del Río.
"El jugador hablará con el vestuario en una reunión privada con el cuerpo técnico y los capitanes. Tendrá que hablar Libasse y tendrán que hablar los jugadores, lo que se dirima de ahí habrá que preguntárselo a ambas partes", añadió el director general dejando entrever que la opinión del vestuario será tenida en cuenta a la hora de decidir el futuro de Guèye en el Pontevedra.
Asume el atacante africano que "es normal que estén enfadados", dijo sobre la reacción del vestuario ante su regreso. "Voy a hacer todo lo posible para ayudar a que el equipo salga de esta situación", promete Guèye.
La comparecencia concluyó con un mensaje final de Libasse Guèye. "Pido disculpas a todos los habitantes del Pontevedra, a las personas que he mencionado antes y a la afición", remató.