Final del camino para España en el Mundial Júnior de Balonmano. La Selección estuvo a punto de tocar la gloria, pero acabó en el averno por errar en la defensa de la última jugada. Después de haber protagonizado una extraordinaria remontada sobre Francia, el combinado galo obtuvo con ese postrero tanto el premio del pase a cuartos de final.
Los de Isidoro Martínez llegaron a ir perdiendo por seis tantos y con unas sensaciones que invitaban más al descalabro que a la hazaña. Pero con el empuje de la grada que convirtió el Municipal en una caldera, los hispanos lograron voltear el marcador hasta rozar la victoria. Pero una mala gestión de la última jugada permitió al galo Gaudin, el mejor del combiando francés, anotar el tanto del triunfo. No fue el mejor partido de España, pero supo suplir con intensidad sus carencias combinativas y el público, que abarrotó el pabellón pontevedrés, se lo agradeció con una reconfortante ovación.
No pudo entrar peor España en el partido. Los franceses anotaron en la primera jugada y, a pesar de que Tarrafeta empató de inmediato, los anfitriones fueron incapaces de frenar el poderío físico, tanto en ataque como en defensa, de su rival. Con las internadas de Villeminot, Gibelin y Poyet, Francia abrió una brecha en el marcador que no dejó de crecer durante los primeros quince minutos de juego.
España no conseguía encontrar el camino hacia la meta de Kieffer. Errores en la circulación, incapcidad para lanzar con comodidad o paradas salvadoras del meta visitante frustraban una y otra vez los ataques de la Selección. A los siete minutos España perdía de cuatro. Isidoro Martínez pidió tiempo muerto pero no sirvió de nada porque los azules siguieron ampliando su renta hasta alcanzar los seis tantos.
Apretó los dientes en defensa España, Kilian empezó a repeler los balones pero en ataque los hispanos seguían negados. Tuvo que ser la agresividad de los franceses la que encendiese los ánimos de una afición que abarrotó las gradas del municipal y contagiase a los jugadores que en los últimos minutos del primer tiempo, más por fuerza que por juego, puso contra las cuerdas a su adversario.
Un contragolpe conducido por el exteucrista Natan Suárez que Prandi cortó de forma antideportiva acabó con el tanto de Pol Valera y con el francés fuera durante dos minutos. Aprovechó la superioridad España para seguir reduciendo diferencias y, a menos de tres minutos, Valera volaba para lanzar a puerta cuando Gaudín lo derribó de forma brusca. Pidió la expulsión la grada, pero los árbitros no lo interpretaron así y solo lo excluyeron. Anotó Gonzalo Pérez desde los siete metros para recortar a tres tantos la desventaja, que pudieron quedarse en dos de no ser por la intervención del meta francés (13-10).
Con polémica arbitral arrancó también el segundo tiempo. Gonzalo Pérez recortó distancias para España desde el extremo y cuando los anfitriones podían ponerse a un tanto de distancia, los colegiados anularon un nuevo gol al extremo español por falta en ataque. Aprovechó el enfado Francia para volver a abrir brecha, pero España estaba metida de lleno en el partido y no iba a dejar escapar de nuevo a sus oponentes.
Broto sustituyó a Kilian al final del primer período y se convirtió en una pieza fundamental en el resurgir de España. El guardameta tiró de reflejos para frustrar un par de lanzamientos franceses que España supo aprovechar para ponerse a un solo tanto. Luego agarró el balón Valera y lanzó un obús que supuso el empate para la Selección bajo el gritería de una afición entregada. No se quedaría ahí la cosa porque solo dos minutos después otro potente lanzamiento de Tarrafeta ponía a España por primera vez por delante en el marcador para el delirio de la hinchada.
Entró luego el encuentro en un constante intercambio de golpes. Durante diez minutos Francia y España intercambiaron goles para llegar al último minuto de juego con el marcador igualado a 22 tantos. Anotó Gaudín su enésimo cañonazo del partido, respondió Gonzalo forzando una exclusión y Valera culminó la igualada anotando desde los siete metros.
Jugando en superioridad, España cometió una falta letal que acabó transformando Gaudin en el tanto de la victoria (24-23) para el combinado francés. Quedaban tres segundos para el bocinazo, tiempo insuficiente para que la estrategia funcionase. Aun así Tarrafeta probó un lanzamiento lejano que bloqueo la muralla gala y acabó con el sueño español de revalidar el título.
FICHA TÉCNICA
España: Kilian Ramírez (p), Mikel Amibilia, Ian Tarrafeta (7), Pau Oliveras, Antonio Serradilla, Adriá Martínez y Gonzalo Pérez Arce (7). También jugaron Daniel Broto (p), Álvaro Martínez, Iván Montoya (2), Natan Suárez (2), Edu Cadarso, Eneko Goenaga, Mamadou Diocou, Mikel Zabala y Pol Valera (5)
Francia: Valentin Kieffer (p), Tom Poyet (1), Kyllian Villeminot (3), Dylan Nahi, Edouard Kempf (2), Clement Damiani (1), Yoan Gibelin (3). También jugaron Gauthier Ivah (p), Benjamin Richert (1), Julien Bos (1), Noah Gaudin (9), Antonin Mohamed, Jonathan Mapu (1), Robin Douarte, Elohim Prandi (2), Axel Cochery
Marcador cada cinco minutos: 4-2, 8-2, 9-4, 10-5, 12-6, 13-10 (descanso), 14-12, 15-14, 16-16, 18-19, 21-22 y 24-23 (final)
Árbitros: Youcef Belkhiri y Hamidi Sid Ali (Argelia) excluyeron a los franceses Bos, Gaudin, Mohamed, Gibelin y Prandi; y al español Adriá Martínez.
Incidencias: Partido de octavos de final del Mundial Júnior de Balonmano disputado en el Pabellón Municipal de Pontevedra ante 1.400 espectadores