Cuando uno tiene un mal día en el que se le encadenan circunstancias negativas es frecuente que se recurra al dicho "hay días en los que es mejor no salir de casa". Algo así le ha pasado al Pontevedra en su partido contra el Real Racing. Los granates lucharon. Lo hicieron con dignidad. Intentando sobreponerse a cada revés que les deparaba la tarde. El infortunio se cebó con los de Luisito precisamente el día que tenían enfrente a uno de los "gallos" de la categoría. Así y todo, nadie podrá reprochar nada al equipo pontevedrés, que peleó a muerte sin rendirse nunca, arrancando un punto con sabor a victoria.
Porque, si no fuesen suficientes las bajas con las que los granates llegaban al choque, en el calentamiento se producía la lesión de Edu, lastimado en una mano, lo que obligaba al debut liguero de Company. Pero no terminaban ahí las desventuras, ya que justo antes de indicar el colegiado el inicio del partido, Capi notaba molestias teniendo que ser sustituido por Pablo, lo que permitía la presencia entre los suplentes de Pedro García, descartado inicialmente por el técnico.
Así, con un equipo en el que ya había numerosos cambios, Luisito optó por la sorpresa, dando entrada a Tomás para que jugase por detrás del delantero, buscando su enlace con Borjas, además de generar superioridad en la zona ancha. No le salió bien. El canterano no estuvo y el equipo, aunque le puso voluntad, fue como un juguete roto ante un rival sobrado de experiencia y calidad que gobernó el primer tiempo a su antojo, sin permitirse alegrías de ningún tipo
Los movimientos de Dioni y Pumpido arrastrando a sus marcadores o buscando la espalda de los centrales, fueron una pesadilla y otra de las claves del desarrollo del partido. Por ellos pasaron casi todas las oportunidades de peligro y entre ellos fabricaron el gol que abría el marcador.
Antes hubo un par de avisos. Una llegada de Miguel García hasta la línea de fondo termina con un centro que se pasea por el área de meta sin que Pumpido consiga llegar para rematar. Luego Dioni pudo un gran balón para el remate de cabeza de Pumpido. Salió rozando el poste.
Sería el anticipo de lo que llegaría a continuación. Esta vez el centro venía desde la banda derecha. Dioni la puso medida y Pumpido no falló, rematando de cerca al ganarle la espalda a Campillo.
El gol hizo que el equipo cántabro optase por bajarle revoluciones a su juego, conservando el balón, en la creencia de que el simple paso de los minutos acabaría por darle la oportunidad de sentenciar. Pudo hacerlo Migue García, pero su disparo salió desviado.
Tuvo la suya el Pontevedra, que seguía intentando competir con dignidad, supliendo con entrega sus carencias ofensivas. Fue quizás la mejor jugada combinativa del partido, superada la media hora de partido. La finalizó Anxo con un buen disparo desde la frontal que se marchó fuera por poco.
Antes del descanso poco faltó para que el Racing encontrase lo que buscaba. Un balón rechazado quedó en el área en las botas de Álvaro Peña. Company estuvo acertadísimo arrojándose a sus pies, adivinando la dirección del regate, para impedir que marcase a puerta vacía.
Pero la segunda parte no tuvo nada que ver con lo anterior. Olvidados los problemas con los que comenzó el choque, el Pontevedra se fue arriba sin complejos. Ayudado por el conservadurismo de un Real Racing timorato, agazapado atrás en busca de una contra definitiva, los de Luisito se hicieron con el control y comenzaron a crecer y a creer.
Avisó Verdú en el primer minuto de la reanudación, en un lanzamiento de falta que salió muy cerca del poste. Y a punto estuvo el equipo cántabro de encontrar lo que venía buscando. Company lo evitó, mandando a corner el disparo de Dioni.
Luego el campo se inclinó cada vez más. Con el Real Racing perdiendo tiempo y defendiendo cada vez más atrás, las ocasiones llegaban una tras otra. Borjas probó fortuna desde la frontal. El balón buscaba la escuadra, pero hasta allí voló Óscar Santiago para mandar a corner.
Marcaría Borjas (minuto 68), al rematar de cabeza en plancha una falta lanzada por Verdú. El árbitró invalidó el tanto a instancias de su asistente, por estimar fuera de juego.
La forma de buscar cada uno su objetivo se vio claramente en los cambios simultáneos que realizaron Pedro Munitis y Luisito. Mientras el técnico cántabro retiró a Pumpido para asegurar en la zona atrás dando entrada a Francis, el técnico de Teo mandó a la ducha a un defensa, Campillo, para meter a Mouriño.
Y el premio a la ambición y lucha local llegaba a los 82 minutos. Álex Fernández empalma desde la frontal una semivolea que se cuela por la misma escuadra, estableciendo el empate, ante el delirio de una afición rendida a la entrega de su equipo.
Todavía hubo tiempo para que el Real Racing quemase su último cartucho. La tuvo su mejor jugador, Dioni, en el minuto 86. Su remate a la media vuelta se fue rozando el poste. No sería justo que hubiese entrado, si hubo un equipo que mereció más, ese fue el Pontevedra, que dio un ejemplo de coraje, sobreponiéndose a nada menos que 6 bajas en sus filas.
PONTEVEDRA C.F. (1): Edu; Miguel, Campillo (Mouriño, minuto 75), Capi, Verdú; Kevin Presa, Álex Fernández; Jandrín, Tomás (Queijeiro, minuto 46), Anxo; y Borjas.
REAL RACING SANTANDER (1): Óscar Santiago; Borja (Óscar, minuto 53), Fede, César Caneda, Santamaría; Granero, Álvaro Peña; Dani Rodríguez, Pumpido (Francis, minuto 63), Migue García (Artiles, minuto 75); y Dioni.
Árbitro: Héctor Juan Bustos (Castilla-León), auxiliado en las bandas por Samuel García Aguilera y David Becerril Gómez. Expulsó por doble amonestación (la segunda tras pitar el final) al jugador del Real Racing, Fede. Amonestó a Kevin Presa, por el Pontevedra, y a Borja, Granero, Óscar Santiago y Francis, por el Real Racing.
Goles: (0-1) Minuto 24: Pumpido. (1-1) Minuto 82: Álex Fernández.
Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón (Pontevedra). Unos 3.500 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Nando Yosu, exjugador de ambos equipos y exentrenador cántabro.