Manu Fernández es uno de los españoles que puede decir que ha logrado una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos con su trabajo desde la sombra. Es uno de los exentrenadores del Pontevedra y director deportivo de la Real Federación Galega de Fútbol y hace un año, más concretamente en marzo del 2023, se incorporó a la expedición de la Selección Española sub 21 para ejercer como jefe de delegación.
Si bien los objetivos dentro del equipo son claros, "no me imaginé nunca en la vida experimentar algo así", reconoció a PontevedraViva dos días después de proclamarse campeón olímpico con el combinado nacional de fútbol masculino. "La cercanía con España se notó mucho, sobre todo en los partidos de la fase de grupos. Contra Japón había mucha bandera española y la gente fue muy cercana con nosotros, muy cariñosa". Ya solo vivir la experiencia de unos Juegos Olímpicos "es una pasada", pero ganarle a la anfitriona Francia en el partido por el oro "es ponerle la guinda al pastel".
"En los anteriores Juegos (la selección masculina) fue subcampeona y es cierto que el objetivo en París era ser campeones, pero pasan muchas cosas, el camino es largo y puede pasar cualquier cosa. Sabíamos que la plantilla optaba a eso a sabiendas de que los rivales eran fuertes y muy complicados. Sabíamos que Francia era la selección más potente junto con Argentina, y jugando en casa sabíamos que si nos cruzábamos con ellos sería en la final. Intentamos prepararnos lo mejor posible", admitió.
Pero el camino para conseguirlo no fue nada fácil. Los españoles ganaron a Uzbekistan por 2-1 en el primer encuentro de la fase de grupos, después superaron por 3-1 a República Dominicana y perdieron contra Egipto 2-1 en el último partido de la fase preliminar. Accedieron a cuartos de final como segundos de grupo y ganaron de forma cómoda a Japón (3-0), pero en la semfinal tuvieron que remontar contra Marruecos para lograr el pase a la final (2-1). La medalla estaba asegurada, pero el objetivo era claro: ganar.
Sin embargo el partido volvió a empezar cuesta arriba para España. "Fue un partido muy largo, con muchas variaciones. Fuimos capaces de darle la vuelta muy pronto (de 1-0 pasaron a 1-3) y luego hubo mucho tiempo para intentar sobrevivir a los arreones de Francia. Al final el poderío fisico de los franceses acabó por imponerse" y empataron en la recta final (3-3).
El partido fue a la prórroga. "Hubo mucha tensión y nervios. Fue una montaña rusa de emociones", reconoció Manu Fernández. "El objetivo era que en la prórroga las cosas salieran bien" y vaya si salieron. Camello anotó un doblete, enmudeció a los anfitriones y dio el merecido y ansiado oro a España.
"Ahora hay que disfrutarlo, darnos cuenta de lo que hemos conseguido y valorarlo con el paso de los años", indicó el exgranate. "Es difícil pensar en el futuro porque al final es una selección muy particular, no existe como tal. Los objetivos de los chicos es progresar en sus clubes y estar en la absoluta. Los sub 21 van a intentar clasificarse para la Euro del año que viene, que el año pasado fueron subcampeones en Georgia", concluyó.