El Pontevedra vuelve a encontrar en la estrategia la solución a su discreto juego ante el Ribadeo (3-0)

Pontevedra
25 de enero 2015

Victoria justa aunque carente de brillantez. El Pontevedra se deshizo de un Ribadeo muy defensivo, que sólo asomó en ataque cuando ya tenía el partido perdido. Los granates dominaron a placer pero cuajaron un mal partido en el primer tiempo, resolviendo luego en los comienzos del segundo al aprovechar dos jugadas a balón parado rematadas de cabeza por sus dos defensas centrales, Pablo y Campillo. Jacobo hizo el tercero en una buena contra

Campillo celebra el segundo gol del Pontevedra al Ribadeo en Pasarón Diego Torrado

Victoria justa aunque carente de brillantez. El Pontevedra se deshizo de un Ribadeo muy defensivo, que sólo asomó en ataque cuando ya tenía el partido perdido. Los granates dominaron a placer pero cuajaron un mal partido en el primer tiempo, resolviendo luego en los comienzos del segundo al aprovechar dos jugadas a balón parado rematadas de cabeza por sus dos defensas centrales, Pablo y Campillo. Jacobo hizo el tercero en una buena contra.

La primera parte fue sencillamente para olvidar. Ni juego ni ocasiones. Infructuoso dominio territorial de un Pontevedra incapaz de superar el "autobús" que el Ribadeo colocó en la frontal de su área, renunciando a cualquier otra cosa que no fuese alejar el balón de su zona defensiva.

Los visitantes se plantaron el Pasarón con una línea de cinco atrás, contundente en sus despejes, pero que no pasó apuros ante la falta de profundidad por las bandas de los granates, en los que ni Tubo por la derecha, ni Centrón por la izquierda, conseguían desbordar ni una sola vez.

Por si fuera poco, el sistema decidido por Luisito, con Pablo Carnero como única punta, tampoco contribuía a abrir los espacios en la nutrida defensa rival. Si a ello se le suma que el centro del campo era incapaz de generar juego, la consecuencia eran muchas llegadas a la frontal, tantas como pérdidas de balón que el Ribadeo aprovechaba para sacarse de encima el cuero sin llegar a sufrir en ningún momento.

Baste decir que el único disparo con peligro del equipo de Luisito lo hizo Jacobo, en el minuto nueve de partido. Kiko mandó a corner el balón impulsado desde la frontal de su área.

En medio de ese dominio infructuoso, el Ribadeo, que tenía en punta a David, a modo de isla solitaria, a punto estuvo de sacar petróleo de uno de esos despejes en largo cuando en el minuto 29 Rafa baja la pelota y la cede atrás para la llegada de Andrés, que dispara de lejos mandando el balón al larguero de la meta de un sorprendido Edu.

Con un disparo sin peligro de Pablo Carnero, minuto 35, desviado, se acababa una primera parte mala de solemnidad. Pobre bagaje ante un rival limitado que había mostrado claramente que con el empate se daba por satisfecho. La esperanza para la decepcionada afición local eran los síntomas que algunos jugadores visitantes habían empezado a mostrar en forma de cansancio, en la misma medida en que el partido podría resolverse por la superior calidad técnica individual de los granates.

Entre eso y que Luisito se dio cuenta de que le sobraban hombres atrás y le faltaban arriba, el Pontevedra resolvió el partido en apenas ocho minutos, a la vuelta del vestuario. Jorge entraba por Centrón, lo que permitía a Pablo Carnero salir a recibir de espaldas, mientras el recién incorporado fijaba a los centrales.

Aunque de nuevo las acciones a balón parado serían determinantes. Los granates que tampoco se habían distinguido en esta faceta durante el primer tiempo, forzando situaciones de saques de esquina o faltas laterales, encontraban en la primera de estas jugadas la forma de abrir la lata. Mouriño la puso desde un lateral (minuto 48) y Pablo de cabeza se anticipó al primer palo batiendo a Kiko.

Sólo cinco minutos más tarde un corner también lanzado por Mouriño ponía el balón en la cabeza de Campillo, que se adelanta a la pasiva defensa visitante para hacer el segundo.

A falta de acierto de los delanteros, los dos centrales habían resuelto, firmando ambos un partido sobresaliente.

Con el Ribadeo entregado a su suerte, Kevin Presa robaba un balón por anticipación, abriendo sobre Jacobo (minuto 71) para que firmase el tercero con un disparo raso y cruzado.

Fin de la historia. A partir de ahí los granates jugaron a placer, tanto que su pérdida de intensidad y concentración permitió algunas llegadas visitantes con relativo peligro, pero con escasa puntería.

PONTEVEDRA CF (3): Edu (1); Adrián (1), Pablo (3), Campillo (3), Anxo (2); Kevin Presa (2), Mouriño (2); Tubo (1), Jacobo (2), Centrón (0); y Pablo Carnero (1).

Sustituciones: Jorge (2) por Centrón, minuto 46. Tomás (s.c.) por Kevin Presa, minuto 75. Bruno (s.c.) por Jacobo, minuto 81.

RIBADEO FC (0): Kiko (1); Fernando (0), Coqui (0), Brais (1), Álex (1), Isma (0); Santi (1), Andrés (2), Dapo (1), Rafa (1); y David (1).

Sustituciones: Cris (1) por Fernando, minuto 62. Vilela (s.c.) por Andrés, minuto 70. Cube (s.c.) por Santi, minuto 81.

Árbitro: Francisco Xabier Rodríguez Campos (A Coruña), auxiliado en las bandas por Elisardo Javier Mella Fernández y Carlos Suárez Lamas. Amonestó a Adrián, por el Pontevedra, y a Andrés, por el Ribadeo.

Goles: (1-0) Minuto 48: Pablo. (2-0) Minuto 53: Campillo. (3-0) Minuto 71: Jacobo.

Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón (Pontevedra). Unos 1.500 espectadores.