El Pontevedra CF se ha metido en un lío de los gordos, cayendo contra el Unionistas de Salamanca por 1-0 en el último encuentro de la primera vuelta de la Primera RFEF.
A los de Antonio Fernández les sigue costando sangre, sudor y lágrimas hacer un gol, pero en la tarde de este sábado no solo ha sido eso, sino que las llegadas de peligro a área rival se pudieron contar con los dedos de una mano y los disparos entre los tres palos brillaron por su completa ausencia.
Comenzó el partido para el Pontevedra con un continuo sufrimiento, asediado en portería por un Unionistas que salió a por todas desde el pitido inicial. Y es que no se habían cumplido ni los cinco minutos y los locales ya tuvieron tres oportunidades clarísimas de las que los granates se salvaban por los pelos. La más destacada fue de Juampa, que recibió en el punto de penalti un centro de De Miguel que dejó pasar Chapela, pero la cruzó en exceso y se fue por fuera.
Tras esos primeros instantes de incertidumbre y mucho trabajo defensivo, cambiaron las tornas y los granates, adelantando la línea de presión, se hicieron dueños del balón, triangulando y logrando asomarse en el área de Alberto y asustando por primera vez cuando se alcanzaba el cuarto de hora de juego y obligando a la zaga local a intervenir en dos ocasiones. La primera para despejar un centro de Brais Abelenda y la segunda para hacer lo propio con un potente zurdazo de Álex González.
A partir de ese momento el Pontevedra empezó a aproximarse con mayor claridad, apostando por los centros sobre todo desde la banda derecha donde Oier Calvillo está acostumbrado a dar asistencias de gol. Sin embargo, los envíos no encontraban rematador y, en caso de encontrarlo, ningún granate era capaz de chutar entre los tres palos.
La réplica de Unionistas llegaba en forma de balón parado por una mano de Churre en línea de fondo cuando se cayó tras recibir un empujón de un jugador rival que el colegiado decidió no pitar. Sacaron la falta muy cerrada, pero la defensa del Pontevedra estuvo atenta y despejó sin excesivos problemas.
Entró de esta forma la primera parte en el descuento y los de Antonio tuvieron la última ocasión con la que pudieron inclinar la balanza a su favor. Yelko puso un centro a la cabeza de Charles, pero el brasileño remató demasiado desviado, enviando el encuentro al descanso tal como empezó.
Pero todo se puso cuesta arriba para el Pontevedra nada más salir del vestuario. Tras una falta un tanto dudosa pitada por el colegiado, el balón quedó muerto en área granate y, entre dos defensores, Óscar Sanz remató para hacer el 1-0 en el minuto 46 que dejó helados a los de Pasarón. Y tuvo el 2-0 el cuadro local dos minutos después, pero para fortuna de los visitantes el disparo de Borja se fue por el lateral de la red.
Buscó la réplica al momento el conjunto pontevedrés en las botas de Brais Abelenda, pero controló mal y la llegada de posible peligro quedó en nada, mientras el cuadro salmantino respondía de la misma forma con un disparo de Juampa que Álex González sacaba en la línea de cal.
Con el paso de los minutos los de Lérez fueron perdiendo fuel y el 2-0 estaba más cerca que el 1-1, por lo que Antonio Fernández movió piezas en el verde para revertir la mala situación en la que se había metido el equipo.
Sin embargo, las modificaciones no surtieron efecto y la zaga granate siguió viéndose sobrepasada por el juego rápido del rival. Y pudo sentenciar De Miguel delante de Cacharrón tras un pase filtrado entre la defensa de Beneit, pero el guardameta granate salvó en un mano a mano el segundo tanto rival con una buena parada.
Pasaban los minutos, los nervios aumentaban y al Pontevedra le costaba cada vez más combinar y llegar a portería de Unionistas, pero encontraba en una falta al borde del área un pequeño respiro aunque el lanzamiento de Yelko Pino se fue alto.
Empezó a apretar el Pontevedra, ya desesperado, cuando el partido entró en la recta final. Ingresó en el verde Bakero para los granates y Pedraza para los locales, necesitados de defender esa pequeña ventaja en el marcador que les permitía cerrar la primera vuelta con una victoria que los alejaba en cuatro puntos de los puestos de descenso.
Y no sufrió en exceso el Unionistas, gestionando a la perfección los últimos instantes para mantener alejado el esférico de su área y que el partido muriera en botas de Cacharrón.
Dura derrota del Pontevedra, que se ahoga en la zona roja y necesita una urgente reacción si quiere salir de los puestos críticos de la categoría.
UNIONISTAS DE SALAMANCA (1): Alberto, David Vicente, Jon Rojo, Ramiro, Óscar Sanz, Juampa (Beneit, min. 60), Borja (Blázquez, min. 72), Tropi (Nespral, min. 60), Antonio Leal, Iván Chapela (De la Nava, min. 72) y De Migue (Pedraza, min. 85).
PONTEVEDRA CF (0): Cacharrón, Churre (Luis Martínez, min. 85), David Soto, Álex González, Brais Abelenda (Alberto Rubio, min. 62), Yelko (Miguel Román, min. 85), Oier Calvillo, Álex Masogo (Bakero, min. 74), Derik Osede (Martín Diz, min. 62), Charles y Borja Domínguez.
Goles: 1-0, Óscar Sanz, min. 46.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 19 del grupo I de Primera Federación disputado en el Nuevo Reina Sofía ante 3.017 espectadores.