No hay partido fácil. Es uno de los tópicos más repetidos en el fútbol, pero no por ello menos cierto. El Pontevedra, en estado de gracia en cuanto a victorias y goles, recibía en su estadio al humilde y colista Ceares.
La apuesta era sencilla: los granates debían ganar, golear y aplastar al rival. Pero no fue tan sencillo. Los de Ángel Rodríguez tuvieron que ponerse el mono de trabajo para hacer valer su superioridad. Dominaron el encuentro y fueron justos vencedores los granates, que saben que solo con el escudo no se gana.
Se adelantaron muy pronto los locales, pero un único despiste en defensa acabó en penalti y devolvió la igualada en el marcador. Los granates nunca dejaron de intentarlo, pero necesitaron una hora para encontrar el camino hacia el gol y casi hasta el minuto 90 para sentenciar un partido que solo tuvo un color: el granate.
Desde el minuto uno del partido vivió el Pontevedra en campo rival y las llegadas al área rival no tardaron en producirse. No se había alcanzado el minuto 2 de juego cuando Rubio puso un centro desde la línea de fondo que Brais Abelenda cabeceó de forma defectuosa después de tropezar con Charles.
Dos minutos más tarde fue Álex González, con una acrobática volea desde la media luna del área a la salida de un córner, quien pudo abrir la lata, pero su disparo salió rozando el palo.
La banda derecha, con Seoane y Rubio, fue la más activa de los granates. Por este flanco llegaron todas las jugadas de peligro y fue a través de un centro del lateral cuando los granates lograron adelantarse en el marcador. Seoane la puso desde la zona de tres cuartos al corazón del área, donde apareció como un avión Brais Abelenda, que se anticipó a su marcador para armar un potente cabezazo picado a la cepa del poste izquierdo.
Se las prometían muy felices los de Ángel Rodríguez, pero la alegría duró poco. A los diez minutos, en la primera llegada al área de Cacharrón del Ceares, Samu Araújo se comió el regate de Medori y acabó derribándolo con claridad. Desde los once metros Óscar Fernández no perdonó y batió por el centro a Cacharrón.
Con la igualada en el marcador, el guion del partido no varió. El Pontevedra siguió siendo el dueño del balón, pero sus incontables llegadas al área, siempre a través centros desde la derecha, eran repelidos una y otra vez por la zaga rival.
Yelko tuvo dos opciones de anotar al cazar dos rechaces en la frontal, pero sus tiros salieron alto. Antes del descanso, Quique repelió un potente cabezazo de Charles y en la última acción del primer tiempo, los granates salieron al contragolpe, pero Álex González erró en el control y el partido llegó al intermedio en tablas.
Tras el paso por vestuarios, Ángel Rodríguez movió el banquillo para dotar de mayor profundidad a su equipo. Martín Diz saltó al terreno de juego por Samu Araújo y Álex González retrasó su posición a la de lateral. Y la maniobra funcionó porque los granates ganaron presencia ofensiva por la banda izquierda y el capitán ganó más protagonismo. Suyo fue un centro al segundo palo que remató de volea al palo corto Rubio obligando a Quique a sacar los puños para evitar el tanto granate.
Algo que no pudo hacer en la siguiente aproximación del Pontevedra al área. Álex encontró a Brais en el interior del área, quien regateó a su marcador con un fantástico control orientado para ganar la línea de fondo y poner un pase de la muerte que aprovechó Martín Diz para empujar sobre la línea de gol tras un lío entre el guardameta y sus centrales.
De nuevo por delante en el marcador, el Pontevedra ganó en tranquilidad y se dedicó a tener el balón y administrar su ventaja sin perder nunca de vista la meta contraria. Y la renta pudo incrementarse a la hora de juego cuando Charles aprovechó otra falta de entendimiento en la defensa rival para cazar el balón y regatear al portero, pero se quedó sin ángulo y no acertó a disparar en una acción en la que el portero rival, Quique, acabó lesionado y fue sustituido por Guillermo.
El nuevo cancerbero tardó diez minutos en intervenir y lo hizo para evitar el tanto de Charles, que cabeceó cruzado un mal tiro de Rubio desde el pico del área.
Charles no quería faltar a su cita con el gol y lo consiguió en los instantes finales del partido con un soberbio remate de cabeza en carrera a centro lateral de Seoane que sirvió para asegurar el triunfo, mantener el pulso por el liderato con el Unión Adarve y certificar que el Pontevedra sigue con el modo victoria activado.
PONTEVEDRA CF (3): Cacharrón, Seoane (Santi Figueroa, min 90), Samu Santos, David Soto, Samu Araújo (Martín Diz, min 45); Miguel Román, Yelko Pino, Álex González, Alberto Rubio (Romay, min 79); Brais Abelenda (Javi Rey, min 79), Charles (Jaichenko, min 90).
CEARES (0): Quique (Guillermo, min 61), Héctor Zuazua, Álvaro Álvarez, Aitor Elena, Edu García, Pelayo Muñiz; Juan López, David Llerandi (Sergio Orviz, min 77), Medori (Marcos Álvarez, min 77), Óscar Fernández (Juan Cueto, min 71), Miguel Cuesta (Carlos Madeira, min 71).
Árbitro: Alberto González Hernández, auxiliado en las bandas por Cubas Sánchez y Ruiz Agudado (Castilla y León), amonestó a Llerandi por parte del Ceares.
Goles: 1-0, min. 8, Brais Abelenda. 1-1, min. 10, Óscar Fernández. 2-1, min 56, Martín Diz. 3-1, min 89, Charles.
Incidencias: Partido correspondiente a la décimo quinta jornada de liga en el Grupo I de la Segunda RFEF disputado en el Estadio Municipal de Pasarón ante alrededor de 1.500 espectadores.