Los mismos errores. El mismo resultado. El ascenso pasa por Pasarón, por vencer al Haro Deportivo por dos goles y por afinar la puntería ante el marco, que está siendo el lastre de los granates en los cinco partidos disputados de play-off.
El Pontevedra tiró la primera parte, en la que fue muy inferior al conjunto riojano y el primer minuto de la segunda, con un grave error defensivo que aprovechó Suárez, el mejor jugador del partido. Luego despertó, dominó, jugó, acorraló al rival, que terminó con sus once jugadores colgados del larguero, pero una vez más falló en el remate.
Tres partidos a domicilio y los tres con el mismo resultado negativo. Algo insólito en la temporada y en el momento más inoportuno. La esperanza es que, si se juega como en la segunda parte, la remontada y con ella el ascenso es posible, con la ayuda de una afición que, también en La Rioja, fue de largo lo mejor del equipo.
Lo más destacable de la primera parte para el Pontevedra fue llegar al descanso sin daños materiales y con su portería a cero, después de estar 45 minutos a merced de un Haro Deportivo que fue mejor, dominó y dispuso hasta de tres ocasiones claras para poder tomar ventaja en la eliminatoria.
Firmes en defensa, dominando la zona ancha y explotando la velocidad por las bandas, especialmente por la derecha, donde Suárez fue una pesadilla para Anxo, que pocas veces tuvo la ayuda de Centrón, el equipo local no dio la más mínima oportunidad a un Pontevedra perdido, con Jorge convertido en una isla arriba, bien sujeto por Pirri, excesiva distancia entre líneas y sin que Mouriño, Pedro García o Fran Fandiño consiguiesen enlazar para crear juego.
La consecuencia fue que los de Luisito apenas pisaron el área rival y cuando lo hicieron se perdieron en centros sin peligro ni opción de remate, tanto que ni siquiera lograron disparar a portería.
El Haro Deportivo, que además contaba con la ventaja adicional del viento a favor, aprovechaba las grandes dimensiones de su campo para abrir juego a las bandas. Sin embargo, su dominio tardó en concretarse en ocasiones de verdadero peligro. La primera llegaba superada la media hora, cuando un centro lateral se pasea por el área pequeña hasta que Dani Gómez lo remata, completamente sólo en el segundo palo. Edu aparece para sacar una mano providencial y evitar el gol.
Poco después Pablo hace un cruce oportunísimo para mandar a corner una internada de Olavarrieta. y poco antes del descanso, el mismo Olavarrieta tiene la más clara, pero manda a las nubes una nueva llegada por banda de Suárez, rematando desde el borde del área de meta.
Pero si mal había ido la primera parte peor comenzó la segunda. El Pontevedra salió con la "caraja" y Suárez sacó petróleo de la blandura y falta de intensidad en la disputa de un balón dividido hasta en tres ocasiones.
Primero la pierde Centrón en la zona de tres cuartos, incapaz de seguir a su par tras ese robo. Luego Capi mete la pierna sin fuerza en el despeje, dejando el balón muerto y ni Anxo ni Mouriño son capaces de tapar la penetración del mejor jugador local, que desde la frontal suelta un disparo raso y ajustado al poste derecho al que no puede llegar Edu.
Bien fue por iniciativa propia del Haro, queriendo rentabilizar el gol, bien porque ese tanto despertó al Pontevedra, los granates reaccionaron y se hicieron con el control del balón. Seguían sin crear peligro, pero al menos llegaban al área y mantenían a los locales prudentemente replegados.
Luisito dio entrada a Tomás y el joven canterano tomó la batuta. Guardando el balón, distribuyendo, abriendo a bandas, marcando el tiempo del partido, convirtiendo en inexplicable los pocos minutos de los que ha dispuesto durante la temporada.
De una larga jugada combinativa salía la primera ocasión de peligro serio. La terminaba Centrón, poniendo un balón que se paseó por el área de meta sin que Tubo pudiese llegar por muy poco para remachar.
El técnico granate recurrió a Pablo Carnero, tirando a Jorge a la banda derecha, como había hecho en el partido anterior ante el Manzanares. Y el Pontevedra siguió mandando, exponiéndose a una contra letal, pero jugando de forma casi permanente en campo contrario. Moviendo el balón con paciencia, de banda a banda, sin profundidad, eso sí, pero al menos dejando ver que tenía opciones.
Y las tuvo. Una clarísima en el minuto 80. Pablo Carnero da un taconazo de lujo para habilitar a Jorge que se va hacia la meta, pero a la hora de disparar le da incomprensiblamente al aire, cayendo sólo y dejando escapar el empate.
Poco después Mouriño no acierta a rematar un gran centro de Campillo, a cuatro metros de portería. Luego, en el descuento, otra vez la tiene Jorge, pero su remate excesivamente cruzado, se marcha fuera.
El Pontevedra repetía pecados (falta de puntería) y el Haro terminaba el partido encerrado en su área y pidiendo la hora, sufriendo pero haciendo valer una ventaja que de nuevo obliga a los granates una complicada pero no imposible remontada en Pasarón.
CLUB HARO DEPORTIVO (1): Pérez (2); Zabala (1), Txejo (2), Pirri (2), Liébana (1); Suárez (3), Arpón (2), Viola (2), López (1); Dani Gómez (1) y Olavarrieta (2).
Sustituciones: Unai (1) por Dani Gómez, min. 61. Cabrera (s.c.) por Zabala, minuto 85. Collado (s.c.) por Suárez, minuto 92.
PONTEVEDRA CF (0): Edu (2); Campillo (2), Pablo (2), Capi (1), Anxo (1); Pedro García (1), Mouriño (1);Tubo (1), Fran Fandiño (1), Centrón (1); y Jorge (1).
Sustituciones: Tomás (3) por Fran Fandiño, minuto 55. Pablo Carnero (1) por Tubo, minuto 70.
Árbitro: Francisco Crespo Puente (Cantabria), auxiliado en las bandas por Alejandro Díaz Salces y Cristian Pérez Oruña. Amonestó a Pablo, Pedro García y Mouriño, por el Pontevedra.
Goles: (1-0) Minuto 46: Suárez.
Incidencias: Campo Municipal El Mazo (Haro-La Rioja). Partido de "ida" de la eliminatoria final por el ascenso a Segunda División B. Unos 1.200 espectadores, de los cuales más de 200 eran seguidores del Pontevedra, llegados en dos autobuses y numerosos vehículos particulares.