El Pontevedra CF SAD celebró este miércoles en el Recinto Feiral de la ciudad su junta ordinaria de accionistas con el objetivo de aprobar las cuentas y el balance correspondiente a la temporada 2021/2022, en la que el equipo granate acabó consiguiendo el ascenso de Segunda a Primera Federación.
Todos los puntos del orden del día fueron aprobados por el 64,63 % del accionariado presente en la sesión. En contra, como es habitual desde su entrada en el club, votaron los representantes del grupo opositor, que manejan el 35,17 % del total de las acciones de la sociedad anónima deportiva.
La principal conclusión de este ejercicio económico es el aumento de la deuda a corto plazo de la entidad provocado por déficit con el que se cerró el curso, que asciende a 236.170 euros. Un resultado negativo que, aseguran desde el consejo de administración, no pone en peligro la viabilidad del Pontevedra CF SAD. "No es bueno, pero entra dentro de las posibilidades", reconoció Mariño, quien propone destinar el superávit de futuras campañas a paliar estas pérdidas.
En la cuenta de pérdidas y ganancias destaca el incremento de las partidas de aprovisionamiento, fondos destinados a la compra de material o ropa; otros gastos de explotación, como el mantenimiento de Pasarón; o los sueldos de los empleados de la entidad.
El primero de ellos subió hasta los 61.154 euros (+74,80 %), el segundo alcanza los 499.147 euros (+60,15 %) y la tercera, la partida más elevada de todas, llegó en el curso 2021/2022 hasta los 931.761 euros (+4,45 %).
La cuantía total de gastos en esta campaña fue de 1,67 millones de euros, un 15,98 % más que el curso anterior. Mientras que el apartado de ingresos se quedó en los 1,44 millones creciendo menos de lo esperado por los gestores del club, solo un 3,49 % con respecto a la campaña 2020/2021, la campaña poscovid en la que había restricciones de acceso de espectadores a los recintos deportivos.
Las causas de este desfase están en que, por la incertidumbre con la que comenzó la competición y la reestructuración de la extinta Segunda B en dos categorías, los ingresos han sido inferiores a lo esperado. Además, explicó el consejero económico del Pontevedra CF SAD, Enrique Mariño, algunas partidas, como las de las subvenciones, han sido mucho más bajas de lo habitual. Puso como ejemplo el pago de la RFEF a los equipos de 2ªRFEF, que fue 100.000 euros menos de lo previsto.
En este sentido, los principales ingresos a lo largo de este curso llegaron por parte de los ingresos por competiciones, que incluye la recaudación en taquilla, y que se situó en 82.191 euros, un 106,40 % más que el año anterior en el que todavía había restricciones sanitarias. Por abonados y socios, recibió el club 219.182 euros (+10,21 %); por derechos de televisión, 75.000 euros (+15,38 %); por comercialización y publicidad, 747.527 euros (+7,15 %); y por subvenciones,290.926 (-26,94 %).
Con todo esto, el balance de la temporada refleja una deuda total del Pontevedra de 1,43 millones de euros, por los 1,04 millones del curso previo. De este importe, 631.406 pertenece a la deuda a largo plazo, misma cifra que en el ejercicio pasado; mientras que a corto plazo el club debe 804.999 euros. Es esta partida la que se ha disparado en un 96,76 % en esta campaña. La razón principal está en los préstamos con Alfonso García López, fundador de Pescamar, cuyas aportaciones de liquidez han disparado en un 248 % el importe de la partida de acreedores comerciales, que pasó de los 194.904 euros del año 2021, a los 679.917 euros del año 2022.
La deuda con la administración pública, en cambio, sigue reduciéndose y se sitúa en 74.855 euros (-23,01 %).
La sesión sirvió también para realizar una aproximación sobre el presupuesto que tuvo el Pontevedra en el curso que acaba de finalizar, que fue de 2,13 millones, y que estuvo también marcado por las altas exigencias de la Primera Federación y la incertidumbre relacionada principalmente con los derechos de televisión. Unas circunstancias que marcaron la planificación de la temporada y que en la próxima junta de accionistas se someterá a aprobación pero que, adelantó Mariño, tampoco tendrá superávit.
Como es habitual, no faltaron durante la sesión los habituales y desagradables roces entre las dos facciones que componen el consejo de administración. Por un lado, el exconsejero Jose Luis Tilve, representante del 34 % del accionariado, trató de interrumpir cada punto del orden del dia para tratar asuntos relacionados con la presente temporada y que serán debatidos en el futuro o acusando a Murillo y sus consejeros de negarle información que le corresponde. Algo que desde el Consejo aseguran que "es falso".
Además, la junta comenzó, en su primer punto del orden del día, con el informe de la presidenta. Un discurso en el que defendió su gestión y acusó al grupo opositor de tratar de torpedear con demandas en los tribunales la gestión de la sociedad anónima deportiva. También se refirió Lupe Murillo a las dificultades de planificar las temporadas posteriores a la pandemia por la caída de la afluencia a los estadios o la reestructuración de la categoría. No obstante, defendió que en los últimos cursos el club trató de profesionalizarse más con la incorporación de un director general, Marcos del Río; y un director deportivo, el cesado Toni Otero.
A pesar de las dificultades, agradeció la colaboración de socios, aficionados, accionistas, empleados y de todo aquel que forma parte de la familia del Pontevedra y reiteró su compromiso de no incrementar la deuda de la entidad deportiva.