La afición granate no olvida la humillante derrota encajada por el Pontevedra en la segunda jornada de liga. Dos autobuses de aficionados se desplazaron a A Malata con la ilusión de vivir la segunda victoria consecutiva de su equipo en el arranque liguero pero lo que presenciaron fue una temprana y dolorosa goleada. No mereció el Pontevedra de Luismi tamaño castigo y desde entonces la hinchada pontevedresa espera la visita del Rácing para devolverle la moneda.
El momento es este domingo. A las 17 horas en Pasarón, que este año no está siendo el fortín de otras temporadas. No se esperan lluvias y sí que el templo granate luzca una de sus mejores galas. Habrá además presencia de aficionados rivales. Pero en lugar de arengar a las masas y recordar cómo de necesario es el apoyo de la afición para conseguir tres puntos que restablezcan la moral de la afición y del vestuario, ni el club ni el cuerpo técnico quiere oir hablar de venganza. "El ánimo de la revancha para mí es un comportamiento mafioso, en el fútbol hay que ganar siempre independientemente de que hayas ganado o perdido el anterior", sostiene el entrenador Carlos Pouso.
"Aquello hay que olvidarlo, aunque yo no lo vivií. Es evidente que duele perder por diferencia de goles", asume el preparador que considera el clásico gallego de la Segunda B "un partido más". El técnico vizcaíno asegura que se toma todos los duelos "como si fuese el último", pero admite que en esta ocasión "igual con un poquito más de énfasis porque es un derbi por cercanía y porque los jugadores se conocen mucho".
El mismo análisis previo hace Emilio Larraz en Ferrol, que afronta el partido sin bajas pero inmerso en una crisis de resultados. "No creo que sean buenos esos sentimientos de venganza. El Pontevedra tiene un entrenador muy experimentado, que sabe mucho de esto y tratará de centrarse en lo que es el partido y que sus jugadores estén concentrados en lo que tienen que hacer. Lo otro son anécdotas que no vienen a cuento, además ellos hicieron un buen partido", señaló.
En la charla previa al decisivo encuentro, asegura Pouso que se centrará principalmente en "transmitirle a los futbolistas las virtudes del rival y los defectos, porque defectos tenemos todos". Pero advierte, "si no jugamos todos los partidos al 100 %, somos vulnerables".
No podrá contar el entrenador del cuadro granate con los lesionados Javi López y Berrocal ni tampoco con el sancionado Álex González, que se perderá los dos próximos partidos al acumular las sanciones por haber visto la quinta amarilla y la tarjeta roja en el último partido frente al Coruxo. Por el contrario, Pouso sí que podrá contar con el exracinguista Vïctor Vázquez, ya recuperado de un proceso gripal que lo obligó a bajar el ritmo esta semana.
Además de los problemas para ver puerta y generar jugadas de peligro de las últimas jornadas, al entrenador del Pontevedra le preocupa la calidad del rival. "No está en su mejor racha tampoco estamos nosotros estamos para echar cohetes. Son un muy buen equipo, con muchísima experiencia y con jugadores determinantes. Alrededor de Joselu, el Racing tiene muy buen equipo", explica Pouso.
Al norte de Galicia, la situación es todavía más preocupante. El entrenador racinguista, Emilio Larraz, trata de encontrar una solución a una racha de cuatro derrotas consecutivas de su equipo. "El del Pontevedra es un partido bonito para que el Rácing vuelva a dar una sensación de que es un equipo con capacidad para estar en la categoría haciendo las cosas bien", espera. Además exigirá a los suyos concentración "por la necesidad que tenemos de sumar, por el rival y por el escenario".