El Pontevedra afronta las últimas horas de mercado con una ficha sub 23 libre y la incógnita de Gueye

Pontevedra
31 de enero 2023

La directiva del Pontevedra estudia todas las opciones para reforzar la plantilla de un equipo que ocupa la penúltima posición en la tabla. No está descartado dar la baja a algún jugador con contrato

Guèye y Álex González, en el partido entre Pontevedra CF y CD Tenerife en Pasarón de la segunda ronda de la Copa del Rey Cristina Saiz

Calma tensa en Pasarón en las últimas horas del mercado invernal del fútbol español y europeo. A pesar de que el exdirector deportivo y actual entrenador, Toni Otero, negase la necesidad de reforzar el equipo, en las últimas horas todo el entorno granate, técnico incluido, han hablado abiertamente de las posibilidades de incorporar nuevos jugadores.

Para entrar, hay que dejar salir. El Pontevedra afronta estas últimas horas de mercado con una sola ficha sub 23 sin asignar. Las 23 restantes están ocupadas.

Hasta el momento, solo se han producido dos movimientos en la primera plantilla en este mercado invernal. El mediocentro Mario Ortiz pidió salir y su plaza la ocupó el central Derik.

Tampoco está clara la parcela en la que la directiva granate ve necesario reforzar el primer equipo. Muchas son las voces que demandan un extremo que pueda actuar por el flanco derecho del ataque. Sin embargo, otros prefieren la llegada de un delantero y hay quien piensa en que, ante la salida de Ortiz y la lesión de Borja Domínguez, es precisa la llegade de un centrocampista.

Sin embargo, solo puede llegar uno. Salvo que se produzcan salidas. El que más papeletas tiene para recibir la baja es el ausente Libasse Gueye. El extremo senegalés se declaró en rebeldía durante las vacaciones de Navidad y no ha vuelto a Pontevedra desde entonces. La entidad que preside Lupe Murillo dispone de argumentos más que suficientes para rescindir el contrato del jugador de forma unilateral y ocupar su ficha en un jugador más comprometido y determinante. Sin embargo, el club podría "castigar" la poca profesionalidad del joven atacante negándole la libertad para fichar por otro equipo y obligarle a cumplir el contrato firmado.

Tampoco es descartable a estas alturas de mercado que desde la dirección deportiva decidan dar la baja a uno, o más de uno, de los jugadores que ocupan fichas sénior para traer otras piezas que incrementen la competitividad de un equipo que ocupa el penúltimo puesto de la tabla.

La situación económica es un aspecto a tener muy en cuenta en este supuesto. Despedir a un jugador a estas alturas conllevaría pagarle todo el tiempo que le resta de contrato y de los jugadores sénior, casi todos cuentan con esta y una campaña más firmada. Por ello, los que más papeletas tienen para abandonar la disciplina granate sobre la bocina son los que terminan contrato a 30 de junio, entre ellos, Oier Calvillo, Alberto Rubio o Diego Seoane, que por cuestiones físicas o de rendimiento no están ofreciendo este año el nivel esperado.

Que un club de superior categoría deportiva o presupuestaria se presente a última hora para llevarse a alguno de los jóvenes talentos del club es algo que también hay que tener en cuenta, aunque desde la zona noble de Pasarón ven poco probable. El único nombre que entra en este supuesto es el de Miguel Román, mediocentro defensivo de gran proyección que termina contrato a final de temporada y que, con total seguridad, no renovará su compromiso con el equipo granate. Aceptar un traspaso de última hora sería la única forma de recibir una contraprestación económica, aunque sería a cambio de debilitar gravemente a un equipo que todavía cree en la permanencia.