El Poio Pescamar, 25 años de apuesta por el fútbol sala femenino: "Lo que se está consiguiendo es increíble"

Poio
25 de julio 2022

El Poio Pescamar está de celebración. Cumple, nada más y nada menos, que 25 años como equipo de fútbol sala femenino. Todo comenzó en verano de 1997, cuando a su presidente, Juanjo García, lo invitaron a ver un partido de solteras contra casadas. Él y tres amigos eran los encargados del Ateneo de Combarro, un local social que ya no existe pero donde se juntaban todos los vecinos del pueblo para escuchar música y tomar algo. Allí dejaron un papel de que iban a hacer un equipo y las chicas se fueron apuntando

Juanjo García, en la recepción al Poio Pescamar por el título de la Copa Galicia 2018 Mónica Patxot

El Poio Pescamar está de celebración este año. Cumple, nada más y nada menos, que 25 años como equipo de fútbol sala femenino. 

Todo comenzó en verano de 1997, cuando a su presidente, Juanjo García, lo invitaron a ver un partido de solteras contra casadas. Él y tres amigos eran los encargados del Ateneo de Combarro, un local social que ya no existe pero donde se juntaban todos los vecinos del pueblo para escuchar música y tomar algo. Allí dejaron un papel de que iban a hacer un equipo y las chicas se fueron apuntando.

"Yo siempre estuve muy ligado al deporte", admite Juanjo, por eso hace 25 años decidió crear un equipo de fútbol femenino; algo "impensable" en aquellos tiempos. "Dejamos un papel y se fueron apuntando chicas. Llegó el primer entrenamiento y allí aparecieron 20 y pico, pero poco a poco se fueron borrando y quedaron 15 o 16".

Y así fue cómo el 1 de agosto de 1997 se formó el primer equipo femenino de fútbol sala de Poio: Ateneo Combarro. Entrenaron en el colegio de Chancelas y a partir de ahí fue un no parar. Las jugadoras llamaban a amigas, "había niñas que jugaban en el patio del colegio con niños y fuimos a buscarlas" y así hasta crear un equipo "muy competitivo".

Se creó la primera liga y al año siguiente la Liga Provincial, también hicieron un equipo sub 16 "y poco a poco incorporamos niñas más pequeñas". Pero estas futbolistas tenían que competir en categorías mixtas, por lo que normalmente se enfrentaban a equipos de niños y "necesitamos crear" un equipo masculino: "empezaron a aparecer también niños en el club y los fuimos incorporando hasta la formación del equipo".

También hubo un cambio de nombre, el Ateneo Combarro pasó a llamarse Poio Pescamar y fue bajo ese nombre cuando, hace 10 años (temporada 2012/13), termina segundo de grupo y juega el play-off de ascenso a Primera División contra el Rubí en Barcelona, logrando ascender a la máxima categoría nacional.

"Fue impresionante", recuerda el presidente. "Fuimos en un autobús de dos plantas a Barcelona el viernes por la noche, llegamos allí, comimos unas empanadas, vimos el partido y de vuelta. Ellas volvieron y ya nos estaban preparando el tráiler. Nos esperaban los motoristas de la Rosa dos Ventos, vecinos con bufandas... Había un montón de gente acompañándonos". Además, estaban también los cuerpos de seguridad cortando las calles para poder hacer una celebración en condiciones, que salió desde "el puente de A Barca hasta la rotonda de Dorrón. Hasta hubo una batucada", explica.

Pasaron 10 años desde ese momento y Juanjo García todavía lo recuerda como si fuera ayer, pero en este periodo han cambiado muchas cosas entre las que destaca, sin ninguna duda "la profesionalización". Este año "vamos a salir con todo el equipo dado de alta en la Seguridad Social. Lo que se está consiguiendo es increíble, nadie es consciente de dónde estábamos hace 25 años".

Pero a lo largo de este tiempo al equipo se le ha estado resistiendo el ganar una liga, algo que a Juanjo le haría "mucha ilusión" pero "hace falta que se junten muchos astros", bromea. Admite que "estamos cerca, pero llevamos años en los que la liga se nos hace larga", pero "estos dos últimos años las jugadoras llegaban al último mes cansadas mentalmente y sin fuerzas. La competición es larga y también los entrenamientos, estuvimos terceras y acabamos quintas tras perder con equipos de abajo", lamenta.

No obstante, este año "la apuesta económica es muy grande, la plantilla es muy chula pero a ver qué pasa. Por ilusión no nos gana nadie", admite con ganas de que seguir dando pasos hacia delante. Por intentarlo que no quede.