Sólo un par de horas han separado al Peixe Galego de su objetivo de formalizar en tiempo y forma su inscripción en la Liga LEB Oro de baloncesto.
Después de unas jornadas frenéticas, en especial las últimas horas, negociando con un patrocinador extranjero para poder asumir el coste del aval y la inscripción en la segunda categoría nacional, las conversaciones habían llegado a buen término, pero ha faltado tiempo.
La Federación Española de Baloncesto (FEB) había estabecido las 13.00 horas de este viernes como fecha límite para ingresar el primer pago de los 36.000 euros correspondientes a la inscripción y el aval de 150.000 euros, el verdadero escollo para el Peixe.
FInalmente los de A Raña han entregado el pagaré con la primera de las cantidades, pero no ha llegado en plazo al aval dejando su futuro en manos de la FEB.
"Hasta última hora de ayer noche estuvimos apretando porque hay un sponsor de Estados Unidos interesado en la plaza, pero va a mandar el dinero sobre las 16:00 horas", ha reconocido a PontevedraViva el directivo del club Luis Santiago.
En concreto este patrocinador es un grupo empresarial representado por un ex-jugador de la NBA, y tenía previsto ingresar directamente a la FEB los 150.000 euros del aval al no ser posible por el tiempo y la distancia formalizar de manera ágil el trámite bancario.
Pese a todo "todavía hay una posibilidad aunque sea tarde", confía Santiago, que ha pedido una prórroga a la Federación encontrando poca receptividad en los mandatarios federativos.
En contra de la continuidad del Peixe Galego en LEB Oro pesa el interés que tiene un club importante en la plaza en la segunda categoría, el FC Barcelona, que pretende conseguir la vacante para su filial, actualmente en Plata.
Aunque la situación es tremendamente complicada, en A Raña se agarran a un clavo ardiendo, que es "ver lo que decide la comisión gestora" cuya reunión está prevista para el próximo martes 21 de julio y que es el organismo que analizará la documentación presentada por todos los equipos. Pinta mal para los de Marín, pero hasta entonces nada puede darse por seguro.