El Waterpolo Pontevedra ha visto frenada su buena racha en el Pamplona frente al Iruña, un rival complicado de batir y con claras opciones para el ascenso a División de Honor pero al que plantó cara, al menos, hasta el descanso.
Y es que el cuadro pontevedrés saltó al agua con las ideas claras y la moral por las nubes, plantando cara al conjunto local para enviar el partido en un empate a 6 al intermedio.
Sin embargo, la intensidad del Iruña y la calidad de sus jugadoras fue destacando con el paso de los minutos, imponiendo su juego para hacerse dominador del encuentro y demostrar por qué fue el líder del grupo B y uno de los favoritos para luchar por el ascenso (19-13).
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