Manos a la obra se ha puesto el Club Cisne Balonmano para configurar el equipo para el que será su tercer año consecutivo en la División de Honor Plata.
El objetivo volverá a ser la permanencia en la categoría reforzarndo su apuesta, con una plantilla en la que los jugadores gallegos y de la casa tendrán especial protagonismo y que se reducirá a 15 integrantes para apoyarse en el equipo juvenil.
Esa idea se ha visto refrendada en el primer refuerzo presentado por el club, el del central pontevedrés Alberto Casares, que regresa así al club en el que se formó procedente del Cangas.
"Yo me crié aquí, jugué más de 15 años en el club. Creo que es el mejor sitio donde puedo recalar", reconoció el propio jugador en su presentación. Su presencia cubre además una de las principales bajas del equipo, la de David Chapela que precisamente ha firmado por el Cangas de la Liga Asobal.
Casares se reencontrará así con Jabato, con el que ya coincidió como jugador en el Academia Octavio, y que seguirá una temporada más al frente del equipo con la promesa de "trabajar lo mejor posible dentro de que somos un club semiprofesional, no como otros", señaló el técnico.
Con salidas ya confirmadas como la de Toño Lafuente, Camiña, el propio Chapela o Iago Cuadrado, Jabato espera refuerzos para puestos como el de pivote, para la primera línea y también para la portería. Además el club trabaja en cerrar renovaciones con varias incógnitas por motivos de estudios, como son los casos de Pablo Rey, Guille Rial o Álex Chan.
En todo caso, reconoció el presidente Santiago Picallo, "intentaremos hacer un equipo lo más competitivo posible".