El regreso a Liga Asobal por parte del Club Cisne Balonmano tendrá que esperar. El Ubu San Pablo Burgos doblegó por completo a un conjunto pontevedrés que fue siempre a remolque y que se topó una y otra vez con Lloria.
Con dudas y problemas en ataque. Así arrancó el primer duelo del play-off el Cisne, que erraba lanzamientos clave y mostraba importantes fisuras defensivas que el Burgos no dudaba en aprovechar para tomar la delantera en el marcador.
Intentó el equipo pontevedrés no perderle la cara a su rival (6-5), pero a partir del minuto 10 y tras el fallo desde los siete metros de Mateo Arias, empezó a ceder terreno y a sumar tropiezo tras tropiezo que se tradujo en un 9-5 que provocó que Jabato pidiera el primer tiempo muerto de la tarde.
El Cisne intentó reponerse, pero el Burgos, liderado por el excisneísta Álex Chan, continuaba en su buena línea y manejaba a la perfección el juego en todas las facetas para seguir llevando la batuta (12-6, min. 20).
Bajó el ritmo el conjunto burgalés y los blancos consiguieron neutralizar la renta rival (13-9). El técnico local paró el cronómetro, Jaime Gallardo se fue dos minutos al banquillo y Furtado, con dos tantos, recortó diferencias en dos goles (13-11).
Y pudo el Cisne ponerse a tan solo un gol del empate al final del primer tiempo tras una gran parada de Abián Rodríguez, pero Lloria, en portería contraria, apareció en el momento clave para detener el lanzamiento de Mateo Arias. Atacó entonces Burgos, el colegiado pitó siete metros, y Álex Chan lo transformó para colocar el 14-11 al descanso.
En la segunda mitad los problemas no se disiparon para los pupilos de Jabato y continuaron completamente negados en ataque. Lloria se convirtió en un muro y cedió un gol en los primeros seis minutos de juego, obligando al técnico pontevedrés a parar el cronómetro para intentar detener la hemorragia (19-12).
Y con una defensa 5-1 y sostenido en el brazo de Furtado, el conjunto lerezano recortó la diferencia a los cuatro tantos y se enganchó de nuevo en el duelo (22-18).
Pero Chan devolvió el +5, el técnico burgalés detuvo el cronómetro y sus jugadores renacieron. El Burgos cerró la verja, Lloris volvió a entonarse y la línea de ataque siguió sorprendiendo en todos y cada uno de sus ataques siguió sorprendiendo en sus ataques elevando la renta en doce goles con la que concluyó el envite (32-20).
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