Con menos tiempo de lo habitual para recuperarse del último partido, el Cisne afronta este viernes un difícil duelo en su lucha por la permanencia. Los blancos, que llegan con la moral por las nubes tras superar con solvencia al Ademar León en el Municipal el pasado domingo, tratarán de dar la sorpresa esta noche en casa del segundo clasificado, el Granollers.
Son conscientes en el vestuario lerezano de la magnitud del reto. Los catalanes solo perdieron un partido en su casa ante el Logroño y a domicilio solo pudo pararlos el Ademar. Unos registros que los sitúan como el mejor de los mortales, por detrás del inalcanzable FC Barcelona.
"Están haciendo una temporada excelente, será un rival muy complicado", señala el segundo entrenador del Cisne, Marcos Otero. Su fortaleza defensiva y dominio de las transiciones son su principal amenaza, pero no la única. También son peligrosos en las jugadas elaboradas por la calidad de sus lanzadores y el poderío físico de su pivote.
Pero no son invencibles. En el mercado invernal el Barça les birló una de sus piezas más valiosas, Pol Varela, y, aunque la suplieron con el prometedor Bruno Reguart, su juego ya no es tan fluído como en la primera vuelta de la competición. Una debilidad que el Cisne tratará de aprovechar aunque son sabedores de que deben hacer el mejor partido de la temporada para regresar a casa con algo positivo en la maleta.