Partidazo del Choco ante la peor versión de un Pontevedra impotente que pagó con la derrota los numerosos errores cometidos, así como la tarde negra de bastantes de sus jugadores y del mismo técnico, que lejos de acertar con los cambios debilitó al conjunto en cada sustitución.
Los granates estuvieron casi siempre a merced de su rival, dejándose remontar un partido que no había comenzado mal para sus intereses, pero que terminó con un serio aviso no ya para la lucha por el campeonato, sino de cara a un play-off de ascenso en el que actuaciones como las de esta tarde se pagan con la eliminación.
Con dominio local arrancó el partido. Los locales llegaron con peligro la primera vez en un centro de Adrián que remató de cabeza Jorge, desviado.
Pero el Choco, que salió acumulando hombres atrás y confiando su suerte a la posibilidad de una contra, pronto empezaría a avisar tras encontrar un verdadero filón en la espalda de los dos laterales pontevedreses, especialmente en la banda derecha de la defensa local donde Hugo ganaba la espalda una y otra vez a un despistado Adrián.
Un par de avisos, solventados por la falta de acierto en el último pase, dieron de nuevo opción a que el Pontevedra se reencontrase con el balón, espacialmente en acciones de estrategia en las que el Choco sufría. En una de ellas llegaba la mejor ocasión local cuando Mouriño sacó una falta (minuto 18) y Álvaro Muñiz remató de cabeza, sacando Cortegoso bajo palos.
La acción tranquilizó un poco al Pontevedra, que volvía a crear peligro diez minutos más tarde, de nuevo a la salida de un corner. Kevin Presa empalmó desde la frontal y Cortegoso rechazó con los puños. Sería el anticipo del primer gol, que llegaba a continuación (minuto 29) y como tantas veces de las botas de Pablo Carnero, que se inventa una genialidad al ver adelantado al meta visitante y desde más de 30 metros le eleva el balón.
Pero también como tantas veces los granates pecan de no saber cerrar el partido y dejan escapar la ventaja casi sin tiempo para saborearla. Otra vez Hugo y otra vez Adrián, que no tenía su tarde. El delantero le gana la espalda y el defensa le derriba de forma tan inocente como innecesaria (minuto 31). Esta vez Edu no puede hacer nada para detener el claro penalti, que transforma Silva engañando el meta local.
Se había tirado por la borda en una ingenuidad la ventaja, algo que, como ya sucedió en otros partidos, urge corregir ya que de producirse en el play-off puede echar por la borda el trabajo de toda la temporada.
El Choco había sido mejor, había tenido más claro a lo que jugar y cómo hacerlo, frente a un Pontevedra en el que demasiados jugadores tenían la tarde tonta.
Pero el arranque de la segunda parte deparaba dos sorpresas. La primera ver que el Choco salía descarado a por el partido. La segunda, confirmar que si la primera mitad de los granates había sido mala, en la segunda aún podían hacerlo peor.
Luisito movió pronto el banquillo, buscando el revulsivo de Anxo. La decisión parecía correcta en cuanto a quien entraba, otra cosa es el dudoso acierto de quién debía ser el jugador sustituido, sobre todo si se tiene en cuenta la tarde para olvidar que estaban teniendo ambos laterales.
Mientras, el Choco crecía, convirtiendo a Edu en protagonista. Comis probó fortuna (minuto 50), respondió Edu providencial. Por su parte el Pontevedra tenía el dominio territorial, pero el juego y el peligro era de los redondelanos que sólo a balón parado pasaban apuros. Precisamente de ahí vino la oportunidad para Pablo Carnero (minuto 56), rematando de cabeza un corner lanzado por Mouriño. Cortegoso se lució en el desvío.
El técnico local quiso participar del desastre en que se había convertido su equipo y en una decisión difícil de entender sienta a Álvaro Muñiz, el único jugador que intentaba darle sentido al centro del campo granate, para dar entrada a más músculo, con la presencia de Pedro García.
Y no tardó en aprovecharse el Choco. Los visitantes buscan a Silva, que deja en evidencia una vez más a Adrián ganando la línea de fondo (minuto 61) y centrando retrasado para que Comis marque a placer.
Pudo ser peor dos minutos más tarde cuando Yago Vázquez remata de cabeza a bocajarro una falta lateral. Edu aparece para evitar la sentencia.
El Pontevedra se lanzó con todo, porque voluntad no se le puede negar a sus hombres, tanta como falta de acierto. A riesgo de quedar expuesto a las rápidas contras visitantes, lo único que consiguió fue acumular saques de esquina, ahora bien defendidos por los visitantes, pero dejando al descubierto sus carencias en la dirección y construcción de juego, sin llegar a inquietar nunca ni poner en peligro la justa victoria redondelana.
PONTEVEDRA CF (1): Edu (3); Adrián (0), Pablo (1), Capi (1), Rubén Lobato (0); Tubo (0), Kevin Presa (1), Álvaro Muñiz (2) Mouriño (1); Pablo Carnero (1) y Jorge (0).
Sustituciones: Anxo (1) por Jorge Rodríguez, minuto 53. Pedro García (1) por Álvaro Muñiz, minuto 58. Jacobo (0) por Tubo, minuto 68.
CD CHOCO (2): Cortegoso (3); Yago Vázquez (2), Saúl (3), Lucas (3), Carminatti (2); Fernando (2), Xosé (2); Comis (3), Félix (2), Hugo (3); y Silva (3).
Sustituciones: Aitor Gómez (1) por Silva, minuto 71. Pablo Piñeiro (s.c.) por Comis, minuto 79. Rober (s.c.) por Félix, minuto 88.
Árbitro: Manuel Casanova Cudeiro (Ourense), auxiliado en las bandas por José Daniel Rodicio González y Abraham Pérez Dapia. Amonestó a Kevin Presa y Jacobo, por el Pontevedra, y a Yago Vázquez, por el Choco.
Goles: (1-0) Minuto 29: Pablo Carnero. (1-1) Minuto 31: Silva, de penalti. (1-2) Minuto 61: Comis.
Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón (Pontevedra). Unos 1.500 espectadores.