Encuentro de altísimo nivel el disputado este domingo en O Gatañal entre Frigoríficos do Morrazo Balonmán Cangas y Club Cisne Balonmano correspondiente a la final de la Supercopa Galicia.
Los cisneístas compitieron de tú a tú ante los de Asobal, que dominaron en el marcador a lo largo de los 60 minutos y se hicieron con el triunfo final por 33-28.
Comenzó el partido igualado, con un inspirado Franzini con tres paradas en cuatro minutos. Sin embargo, el Cisne era incapaz de tomar la delantera en el marcador, que mostraba un 2-2 en el minuto 6.
Se puso manos a la obra la línea de ataque del Cangas con Martín Gallo, que apareció para hacer la máxima ventaja de los suyos hasta el momento (5-3, min.10).
Siguió a lo suyo el cuadro local, poniendo en aprietos a la defensa cisneísta y obligando a Jabato a parar el tiempo para revertir la situación (7-4).
Pero los problemas ofensivos continuaron para los de Pontevedra, incapaces de comprimir el resultado y salvándose gracias a su guardameta, que evitaba que la diferencia fuera mayor.
No lo consiguió, sino que el Cangas, a falta de cinco minutos para que finalizara la primera mitad, amplió la renta en cuatro goles para complicar las cosas del Cisne, que debía reaccionar tras el descanso (12-8) que veía cómo se complicaba todavía más el partido al descanso (15-10).
El paso por los vestuarios sentó bien a los pupilos de Jabato, que salieron como un revulsivo y, por medio de una buena defensa y su posterior contragolpe, lograban recortar diferencias (15-13).
Poco duró la alegría al Cisne, que enseguida vio como los de O Morrazo volvían a tomar la delantera en cinco tantos.
Alcanzado el cuarto de hora del segundo tiempo cambió Jabato la defensa con Mateo Arias más adelantado y conseguía ponerse a tan solo dos goles, obligando a Moyano a parar el tiempo (26-24).
Y parecía que llegarían las complicaciones de verdad para el Cangas cuando, a falta de 10 para la conclusión, el Cisne se colocaba a un tanto. Sin embargo, enseguida llegó la reacción con dos rápidos ataques con los que hacía el 28-25.
Todo ello, sumado a un sublime Jorge Pérez bajo palos, su equipo recuperaba la ventaja de cinco goles y, con ello la tranquilidad al ver que los de Lérez se quedaban con poco margen de maniobra.
Intentó el Cisne maquillar el marcador de cara a la conclusión, pero el Cangas supo manejar mejor los últimos minutos y se hizo con la Supercopa tras un resultado de 33-28.